Aseguran que el actor sintió un desagrado por ese posteo picante.
Un fragmento, apenas un puñadito de segundos, se convirtió en la cerilla que encendió una polémica titánica, que creció y se propagó con una fuerza inusitada. Flor Vigna abrió las puertas a un episodio muy íntimo de la pareja que configura con Luciano Castro y se activó un debate profundo.
Resulta que la bailarina compartió en su perfil oficial de Instagram un video, de cortísima extensión, en el que se percibe a su novio con una caricia en las piernas y lo que se intuye como una cercanía con sus manos a una zona más sensible de la bailarina.
Desde que la storie se viralizó, Flor y Luciano navegan por las tendencias y principalmente en el análisis, el desguace de ese hecho con la instalación de posturas variadas en la opinión pública, entre quienes consideraron un poco excesivo ese contenido y los que defienden a los tortolitos.
De hecho, la propia bailarina salió a expresarse y justificó su accionar con un discurso llano, conciso y desprejuiciado al manifestar: “Todo se dio por error, lo del video. La quiero a Sabri y a la familia. No voy a entrar en pelea”. En referencia a los dichos de Sabrina Rojas, que asestó su visión negativa del suceso en LAM.
Ahora acaba de brotar desde las entrañas una actualización del caso. El periodista Carlos Monti sacó a relucir sus capacidades de averiguaciones para describir las secuelas de esta controversia en el estado de ánima de Castro y sostuvo: “Esta muy enojado”.
En el aire del ciclo de NET TV, el hombre de los medios añadió más detalles del panorama: “Yo no hablo de crisis ni una separación. Él vive en su departamento, ella cada tanto, pero a él está historia lo fastidio porque él construyó su imagen a base de mucho esfuerzo. Esto va a tener repercusiones muy fuertes”.