En la Argentina su nombre suena permanentemente. Es noticia, siempre, aunque, a diferencia de años anteriores, no tanto por cuestiones deportivas. Ya no es necesario que Diego Armando Maradona (57) convierta un gol apilando rivales o gane un título importante para que los programas de nuestro país hablen de él. Eso era antes, cuando el 10 se encargaba de deslumbrar al planeta gracias a las cualidades de su botín zurdo. Hoy la realidad es otra. Diametralmente opuesta. A miles de kilómetros, Maradona toma distancia de la vorágine del fútbol nacional y aprovecha para recaudar fortunas y pasarla bomba. Se sabe, hasta hace unas horas se desempeñaba como entrenador del Al Fujairah, equipo que compite en la Segunda División de la liga de Dubái.
Por supuesto que se trata de un torneo sin un prestigio acorde con su trayectoria y el peso específico de su nombre, pero progresivamente le está permitiendo al ex capitán de la Selección recuperar el dinero que, por distintas razones y de acuerdo con sus denuncias, “desapareció” de sus cuentas en los últimos tiempos. Precisamente, hete aquí una de las causas por las cuales Maradona continúa apareciendo en los medios de comunicación. Un par de semanas atrás, luego de un largo trecho, se lo mencionó por un tema deportivo, aunque también salpicado por las sospechas de un pase de facturas a Dalma. Sí, claro, adivinó: cuando pegó el faltazo al casamiento de su hija. Al margen de eso, del Maradona director técnico ya casi ni se habla.
En cambio, del Maradona denunciado y denunciante, sí. Sus dichos públicos ya son conocidos: viene reclamando en la Justicia que sea investigada Claudia Villafañe por una presunta apropiación indebida de objetos de valor (camisetas, medallas, distinciones, etcétera…) que, según asegura, le pertenecen en su totalidad. De manera simultánea, además exige que a su ex esposa le realicen un peritaje de sus movimientos bancarios y de las propiedades que tiene en el exterior, algunas de las cuales corresponderían al patrimonio de Diego. Quejas de larga data que podrían explicar también por qué él prefiere permanecer en Dubái antes que instalarse en su tierra natal.
Aquí, el nivel de confrontación con Villafañe y con Dalma (la acusó de retirar de una cuenta suya 500 mil dólares sin su autorización) aumentaría los roces y los canales vivirían horas y horas de la interna familiar del Diez. Aparte, allá parece disfrutar cada segundo al máximo. Reside en una verdadera mansión, ubicada en uno de los barrios más selectos, con canchas de fútbol-tenis, mesa de ping pong y una lujosa piscina que el ex futbolista casi no utiliza. ¿Por qué? Muy sencillo: su casa tiene salida directa al mar. Aparte, está en compañía de Rocío Oliva (26), quien, pese a su reputación y al odio que le tomaron las restantes mujeres del clan Maradona (Claudia, Dalma, Gianinna, Verónica Ojeda…), sigue firme junto a él. Nada, a simple vista, la exhorta a dejarlo.
Ni los escándalos que protagoniza ni su proclividad a nuevas conquistas femeninas. En los últimos días corrió el rumor de que a Maradona se le prohibiría el ingreso a Rusia para presenciar el Mundial. Sería una medida tomada por la Justicia local tras una denuncia por acoso presentada por la periodista rusa Ekaterina Nadolskaya, supuestamente porque Diego le habría ofrecido dinero a cambio de sexo en la última edición de la Copa Confederaciones. A Rocío todo aparenta resbalarle. Ya se acostumbró a que Maradona sea noticia constantemente. Aun estando lejos, muy lejos de Argentina. Aunque por su renuncia al cargo de DT muchos piensan que su futuro estaría en Buenos Aires...
Después del empate de hoy y de no haber logrado el objetivo de ascender al Fujairah, Diego Maradona dejará de ser el entrenador del equipo. La decisión se tomó de común acuerdo y Diego deja al equipo en situación de repechaje y deseándole lo mejor al club que le abrió sus puertas
— MATIAS MORLA (@MatiasMorlaAb) 27 de abril de 2018
Diego y Rocío son todo amor.
El mar es uno de los sitios favoritos de Diego.
¡Qué glamour!
Para dormir cucharita, nada mejor que un avión privado. ¿no?
