La intimidad del Pocho Lavezzi y Yanina Screpante en Punta del Este
Después de un 2017 plagado de versiones, rumores y especulaciones periodísticas, Ezequiel Pocho Lavezzi (32) comenzó un nuevo año haciéndole honor al verano. Como hace en todas las temporadas, el jugador de fútbol se acerca a Punta del Este para vacacionar. Y para dejar atrás toda clase de dichos –y no tanto– se instaló en el centro turístico de Uruguay acompañado por Yanina Screpante (33), su novia hace más de siete años. Vicky R, una seductora promotora, aseguró que el crack de la redonda le enviaba mensajes por redes sociales diciéndole que le encantaba, a mediados del año pasado. Y la empresaria se enteró nada más ni nada menos que por boca de la modelo, quien la contactó para “ponerla al tanto” de lo sucedido. Y no sólo de eso hablaron los medios de la parejita. También fueron noticia en el casamiento de Messi, porque en la pasarela de la alfombra roja los novios transitaron uno distante del otro. En realidad, fue Lavezzi quien recibió un gran caudal de críticas por caminar primero y por delante de su mujer, ofreciendo una imagen de desinterés respecto de Yanina.
¿Año nuevo, vida nueva?
Cual figurita repetida, el Pocho y Screpante llegaron al país elegido por las celebrities para pasar los últimos días de diciembre y la primera quincena de enero, y se instalaron en una casona en el barrio Laguna Escondida, en José Ignacio, que hace un tiempo hicieron construir especialmente para estas ocasiones. Ubicada en un terreno al límite con la Ruta 10, de dos pisos, la residencia está rodeada de médanos y tiene salida directa al mar, los enamorados están aprovechando todas las comodidades de lo que planearon en pareja. Y, desde allí, organizan actividades diurnas y nocturnas, claro, todas muy top. Y dentro de las opciones que suelen elegir a la hora de traspasar la puerta de su nidito de amor, una es optar por lugares en donde suelen compartir toda la jornada con amistades. De camisa blanca, bermudas, gafas de sol y sombrero y una sonrisa predispuesta, al delantero del Hebei China Fortune se lo vio acorde con el clima, y a su lado, la bella Yanina, siempre diosa, con un vestido con dos tajos en los tonos de rojos y corales, con onda hindú y también gafas para complementar. Juntos se acercaron hasta una lancha que los trasladó al exclusivo restó La Caracola. Sofisticado por el menú que presenta y por su manera de atender, el salón, que suele reunir a las figuras, empresarios y deportistas de los rubros más acaudalados, también se destaca porque sólo abre sus puertas entre tres y cuatro días a la semana, ni más ni menos. Porque allí, el Pocho y su mujer no sólo degustaron un exquisito menú sino que se quedaron cerca de cinco horas compartiendo con sus amistades, porque a eso invita el lugar. Y, de tardecita, cuando el sol comenzó a bajar y a perderse en el firmamento, retornaron, también en lancha, a su residencia, para continuar con los días de descanso. Por varios días más de sosiego…
Yanina y Lavezzi, abonados a la temporada de Punta
Una pareja que se renueva permanentemente