Brócoli, champiñones, apio y frijoles; sandía, kiwi, arándanos y frambuesa; pavo, sardinas, porotos y lentejas; amaranto, arroz salvaje, quínoa y tapioca. Vaya preparándose, señora. Tome nota, lo mejor es agendarlo. Si usted viene renegando por esos kilos de más que tanto la incomodan, le sugerimos la dieta que realizó Malena Guinzburg (38), con la cual la humorista consiguió cambiar su figura de una manera radical.
Le recomendamos también que empiece acostumbrarse a las zapatillas de suela alta, porque la mayoría de los alimentos que contempla el plan dietario no se consiguen en cualquier almacén de barrio, y conseguirlos todos seguramente demandará caminar varias cuadras. Eso sí: hágalo convencida, ya que los resultados, por lo menos en el caso de la hija de Jorge Guinzburg, han sido sorprendentes. Malena asumió el compromiso y puso toda su voluntad al servicio de una mejora sustancial en su calidad de vida.
Siguió cada uno de los pasos de la dieta de la nutricionista norteamericana Haylie Pomroy y, a juzgar por los 11 kilos que bajó, solamente tiene motivos para sonreír. Como en la foto. Malena ya no es la misma. Es otra. Gracias a los dos a tres litros de agua que consumió diariamente, a su valor para enemistarse de las harinas, los lácteos y el alcohol, y también, desde luego, al atún, al pomelo, la cebada y las berenjenas. Otros de los productos que integran esa extensa lista que elaboró para darle inicio al régimen. Y de esa manera dar el puntapié inicial a un quiebre. A un antes y un después que, teniendo en cuenta su actividad y la importancia de su imagen, posiblemente signifique ese salto estético que le venía impidiendo sentirse definitivamente plena. Otras prefieren lolas. Malena, verse más flaca.
La nueva imagen de Malena
¡Todo más que bien!
