Cantar, canta cualquiera: en la ducha, en el auto, en la cancha… Desde chiquitos aprendimos que combinar la palabra con la música es una de las actividades más placenteras que existen. Incluso la ciencia ya demostró que hace bien a la salud. Pero cantar bien, interpretando cada nota con la entonación perfecta, el timbre adecuado, la prolongación justa es un privilegio de pocos. O de poquísimos, si nos ponemos estrictos en el concepto. “Cuando Pavarotti canta, el sol se eleva sobre el mundo”, dijo un famoso director de orquesta sobre el artista italiano. Y esta tarde de diciembre, en Palermo, el que canta es Mariano Malti (43), con Febo brillando en honor a Pavarotti.
Mariano le dedicó su vida a la música. Se largó a los 15 años, cuando su papá le regaló una guitarra, y él armó una banda en homenaje a su banda favorita: U2. Era capaz de interpretar cada una de las canciones, imitando a la perfección la voz de Bono, su ídolo. Para él era un juego, hasta que alguien le sugirió que podía esconder un don. Comenzó a tomar clases de canto, aprendió a leer partituras y dio con grandes maestros hasta convertirse en tenor spinto. Tenía 30 años. En el medio, entre muchas actividades y trabajos que pasaron por su vida, se recibió y fue profesor de portugués. Allí conoció a su mujer –la madre de su hijo–, y el idioma le abrió la posibilidad de mostrar sus condiciones en Brasil.
En Río de Janeiro se convirtió rápidamente en “el tenor argentino”, alcanzando el máximo reconocimiento cuando la prestigiosa pianista Talitha Peres lo recibió en su casa y le propuso trabajar juntos. Los videos circulan por Internet: las versiones en vivo de “Historia de un amor”, “Nessun Dorma”, “Caruso” y “Mamma”, por nombrar las más conocidas, son hermosas. “Conocer a Talitha fue lo más importante que pasó en mi carrera”, remarca Mariano, con humildad, pero también con el respeto que genera esta verdadera gloria de la música brasileña. En octubre cantó tango como invitado junto al célebre Sexteto Mayor.
Y en noviembre se presentó a sala llena en el teatro ND, junto a Talitha, en una noche inolvidable. Ahora, mientras le da los últimos retoques a su primer disco –que tendrá un cóver de “Tanto amor” de Abel Pintos–, Mariano desea llegar al gran público argentino. “El don no tiene que ver con cantar, tiene que ver con transmitir… Cuando canto trato de no mirar al público a los ojos porque me emociono. Ver a una persona llorando te cierra la garganta…”, cuenta Malti.
–Lo primero que sorprende de vos es tu look…
–Es verdad, y a mí me gusta. Que me vean como un rocker me parece algo pintoresco. Yo canto con smoking, leo partituras –que no todos los cantantes lo hacen–, tengo un estudio clásico, perfecciono mi técnica desde hace muchos años. Pero en la calle soy uno más.
–De los cantantes populares, ¿a quién le reconocés una buena voz? ¿Abel Pintos?
–El éxito de Abel tiene más que ver con él como persona antes que como cantante. Hay muchos cantantes mejores que él, pero que nunca van a llegar a opacarlo. Tiene que ver con lo que transmite, la emoción que genera, lo que te decía antes. Lo escuchás a Abel y te gusta, ese carisma no se entrena, está y punto. Del ámbito nacional el que tiene una voz muy buena es JAF, tiene mucha técnica.
–¿Y de las mujeres? ¿Valeria Lynch o Patricia Sosa?
–Patricia Sosa. Si yo fuera una cantante mujer me gustaría tener su voz, estudiaría un poquito de técnica, nada más. Tiene mejor voz que Valeria Lynch, totalmente. Valeria es técnica pura.
–Te subís a tu auto ¿y qué música se escucha?
–U2, claro. Y me encanta el tenor Jonas Kaufmann, que estuvo hace poco en el Teatro Colón y pude ir a verlo. El tipo solo arriba del escenario, cantando prácticamente a capela sólo con la música de un piano. Lo vi y dije: “Quiero eso”. Es muy arriesgado, eh… Pero me encanta. Cuando vienen y me dicen: “Qué lindo que cantás” es el mejor piropo que me pueden decir.
–¿Cómo sigue tu agenda?
–A fines de enero tengo que viajar a Salvador por algunos proyectos, y de ahí a Río de Janeiro para seguir trabajando. La idea es girar un poco por la costa argentina, en estos días empezamos a cerrar las fechas. En mi página de Facebook está toda la información, con todos los videos de mis presentaciones. Que alguien aprecie mi trabajo ya es una satisfacción enorme.
Mariano es fana de U2.
La voz de Mariano llegó a la Argentina desde Brasil para quedarse con la escena.
