El universo del espectáculo continúa conmocionado, en estado de shock por la inesperada partida de este universo de René Bertrand, quien apagó su luz hace dos semanas, a sus cincuenta y tres años. Todavía vibra en la atmósfera el dolor por este triste desenlace.
María Rosa Fugazot camina por un presente absolutamente indescriptible, que jamás se podrá poner en palabras, por la angustia inmensa de perder a un hijo. La prestigiosa actriz reunió valor e intentó transmitir su estadío emocional actual en esta coyuntura.
En diálogo con Intrusos, la artista soltó una frase impresionante, que permite dilucidar las tormentas que azotan su alma y exteriorizó con extrema honestidad: "Estoy como parada, digo que estoy en piloto automático. No puedo gritar, llorar, no puedo explotar".
En esa misma línea, María Rosa añadió más sustentos para graficar la tristeza: "Siento como si tuviera un agujero negro acá de un balazo de cañón (se señala el pecho), no puedo exteriorizar". Por eso, la mamá de René describió sus dificultades en estos días: "Duermo de a dos horas”.
EL DOLOR DE MARÍA ROSA FUGAZOT
Asimismo, la actriz valoró el amor que recibe de su familia y narró: “Mi nieta me dice: 'él está acá abuela'. Es maravillosa esa nena, ellos le aplauden, cantan, le hacen dibujos". Y en ese sentido, Fugazot añadió: "'Perdón abuela pero como no lo tengo a papá te abrazo a vos que sos un pedacito de él'".
En cuanto al desenlace de Bertrand, María expresó: "Él me dijo a mí: 'vos no te preocupes, yo salgo. No tuvo tiempo'". Incluso reflexionó respecto a las particularidades de su despedida con su hijo: "Tuve a mi papá y mamá agarrados de la mano cuando se fueron, con él no pude".
