No hay vuelta atrás. Jamás podrán acercar posiciones, ni limar asperezas. Una simple conversación desató una pelea muy tensa entre Alfa y Ariel en Gran Hermano, otra conflictiva discusión que terminó en acusaciones, en recriminaciones y conceptos hirientes.
Todo comenzó con un concepto del parrillero durante la mañana del domingo, en el contexto de una charla con Romina, en la que admitió que le agradaría encontrarse con los primeros eliminados del reality. Llamativamente, Walter recogió el guante y aceleró de cero a cien en un segundo.
El más longevo de todos los participantes creyó que debía menospreciar el anhelo de Ariel y le espetó directamente: “¿A título de qué los querés conocer? ¿Para que te apoyen? ¿Para que te voten?”. Así se activó una batalla dialéctica entre ambos compañeros.
El más nuevo en ingresar a la competencia intentó apaciguar el tono y le explicó: “Qué tiene que ver eso, ¿qué me van a votar? Les mandé saludos, les mando siempre”. Lejos de comprender la intención del parrillero, Alfa fue más allá y le bramó: “Somos grandes y nos conocemos todos”.
El más polémico de la casa redobló su discurso y le gritó: “Vos mostrás cosas que son y yo veo lo que es”. Hasta que lo confrontó con todo: “Yo no me como ninguna, es tu papel”. Al tiempo que lo menospreció: “También estás acá adentro porque lograste vínculo con todos… no. Dijiste en las cámaras lo de Arilandia y esto es Gran Hermano. Son mensajes subliminales, yo no estoy loco. Lo escuché”.
Para dejar en claro que no lo soporta, que no le cree nada, que posee la convicción que no es un buen trigo, Walter le recriminó: “Desde que entraste no cambiaste nada, Ariel. Entraste a jugar para aplastarme y que me echen, y a Romina también porque no te daban romero”.
Ariel se hartó y le respondió: “¿Todo el tiempo tenés que venir? Estaba tranquilo y charlando de cosas lindas con Romi. ¿Dónde querés que me vaya para que no me pelees, boludo? No tengo ganas de pelear, no pasa por ahí”. Y agregó: “Dejame tranquilo. Yo a vos no te juzgo por lo que decís. Dejame hablar tranquilo, dejame ser libre y dejame de romper las pelotas”.
