"Cero-tres, cero-tres, cuatro-cinco-seis, el teléfono indica que ya no estás...", "Para enamorarse bien hay que venir al sur", "Me explota, explota me expló, me explota me explota mi corazón". Un poco dan ganas de cantarlas y otro poco dan ganas de llorar: Raffaella Carrá, quien inmortalizó todos esos temas con un estilo único para interpretarlos y mover su cuerpo, falleció en Italia, su país natal, a la edad de 78 años.
La dolorosa información fue confirmada por su esposo de toda la vida a la agencia de noticias local ANSA. "Ella murió después de transitar una enfermedad", les dijo sin dar precisiones acerca de cuáles fueron los verdaderos motivos del deceso, que conmovió tanto a Italia como a todos los países que Rafaella conquistó con su inolvidable estilo para adueñarse de los escenarios.
A fines de los 70 y principios de los 80, aquella "rubia de oro" impactó de lleno en la Argentina. Sus visitas al país prácticamente paralizaban a toda la sociedad. Donde iba necesitaba una guardia pretoriana de seguridad porque las muchedumbres se arremolinaban para verla de cerca. Eran épocas sin internet ni mundo globalizado, y un buen día decían "tal día llega Raffaella Carrá" y era como si viniera un extraterrestre.
Rafaella Carrá protagonizó en la Argentina un fenómeno pocas veces visto, comprado únicamente con el que un par de años más tarde tendría como figura estelar a Xuxa. Hasta físicamente tenían un parecido, aunque se dedicaban a públicos completamente distintos. Mientras la italiana cantaba para el público adulto, la brasileña apuntaba a los más jóvenes y chiquitos. De hecho, desde un primer momento fue la reina de los bajitos.
Cuando le dio descanso a la cantante Raffaella revolucionó la televisión italiana con un programa que haría suceso en la Argentina prácticamente hasta el día de hoy. Como conductora de "Pronto, Raffaella" ("Hola Raffaella") hizo jugar a miles de italianos por teléfono, ilusionándolos con ganar fortunas gracias a la pantalla chica respondiendo una o dos pavaditas. Alguien copió la idea aquí, convocó a Susana Giménez y ni siquiera cambió el título: "Hola Susana" se llamó el ciclo. Todos sabemos lo que pasó.
En los últimos años había bajado la intensidad mediática de Raffaella Carrá. Se sospechaba que algo le pasaba. Hasta que empezó a circular la noticia de su muerte, y su pareja la confirmó. Se apagó la vida de la cantante y conductora, empieza la leyenda. El mito. Involdiable ya era para todos aquellos que alguna vez la vieron mover la cabeza de un lado para el otro.
