En contraposición a una reflexión, a un viraje en su actitud polémica y controversial, Coti maximiza sus comportamientos erráticos, que la impulsan al ojo de la tormenta en la dinámica de Gran Hermano. Tras diversas acciones controversiales, ahora irrumpió en la privacidad de Marcos.
La correntina se construyó su propia fosa con las nominaciones espontáneas, con ese quebranto al pacto entre mujeres de no votarse y con otras actitudes muy discutibles, que muchas voces la condensan en una personalidad egocéntrica y gélida.
A todo la problemática de ser despechada por el exterior y que activó la inmediata desconfianza de Julieta y Romina, le sumó otra maniobra discutible y horrenda que agiganta la escasa empatía de los televidentes con su figura tan compleja.
¿Qué pasó? Resulta que Coti entendió, de manera inexplicable, que poseía el derecho de meterse a hurgar en un rincón privado, personal y totalmente único de Marcos. Así, la blonda ingresó en la habitación y se dirigió sin miramientos, ni cuestionarse un poco, a abrirle el cajón de la mesa de luz.
Esa intempestiva acción fue avistada por Thiago y Ariel, así como por su novio el Conejo. Enajenada, sin capacidad de reflexión, la rubia se manejó de manera impune. Medina la confrontó con una frase muy razonable y le expresó: “Vos hace lo que quieras, pero no le revises las cosas. Nadie te va a revisar a vos. Es de mala educación hacer eso, quedás mal”.
Lejos de frenar, de tomar el consejo, la correntina explotó contra su compañero y exclamó una concepción que la pinta de cuerpo entero: “Lo que haga yo ¡Déjenme hacer a mí! ¿Qué les importa a ustedes lo que yo haga? Yo quiero revisarle el cajón y si te parece que está mal ¡No lo hagas vos y listo! ¿Quién sos para decirme esto?”.
