En un giro inesperado, como mínimo controversial, la producción de Gran Hermano encajó de un saque a cinco nuevos participantes en la casa. Una movida estruendosa, que despertó fuertes debates entre los fanáticos, pero principalmente causó indignación con los sobrevivientes del primer día.
Aquellos que ingresaron al reality en el comienzo de la temporada sintieron una gama variopinta de emociones, aunque la mayoría coincidió en la bronca por la idea de las autoridades de insertar de prepo a más concursantes. Así, se produjo un primer chispazo electrizante.
En la emisión del miércoles, se exhibió un recorte de las opiniones de los “originales”. En ese sentido, Catalina y Furia se lanzaron a tratar de describir las personalidades y clasificarlos en grupos, entre los que podrían encajar en los Bros o los caracol. Así, Damián se les plantó.
Juliana y Gorostidi opininaron: "Mauro es un Bro. Darío es un Furioso hasta la muerte, ¿no viste como habla? Flor es como Emma, un Bitch y Paloma no es caracol, es Rosinesca por la energía”. Scaglione direccionó su atención en Damián y soltó: "Para mí es un gran contrincante, parece que no pero con la cabeza... lo quiero ver en una semana".
DAMIÁN LANZÓ UNA ADVERTENCIA A LOS ORIGINALES
Cata se le acercó directamente y sin preámbulos le consultó si se percibía como un “caracol”, en referencia a aquellos que evitan grandes movimientos y tratan de pasar inadvertidos. Al escuchar a su compañera, Damián respondió inmediatamente y con un tono tajante y decidido.
El nuevo integrante de la casa más famosa emitió una especie de advertencia, de amenaza, para todos y exclamó: "No, para nada soy un caracol. Yo creo que hay que estar muy atento y no subestimar a nadie". Y dejó a todos atónitos por el tenor de su concepción.
