Profundo alivio y mucha paz siente Daniela Celis, feliz con la milagrosa recuperación de Thiago Medina. Ni ella ni los médicos pueden creer la fuerza descomunal que tiene Thiago, a menos de un mes del grave accidente que sufrió el 12 de septiembre con la moto y que lo dejó con tremendas lesiones y en un estado muy delicado.
Ya parada en otro lugar, Daniela puede recapitular la pesadilla que vivió en las últimas semanas, mientras el pronóstico del padre de sus hijas era reservado y su estado crítico. En esos días de incertidumbre y angustia, Pestañela sufrió un calvario que le dejó secuelas en su cuerpo.
“Fue muy duro” contó Dani, en diálogo con Cortá por Lozano (Telefe), al recordar cómo transitó esas jornadas en las que se repartió entre el hospital de Moreno donde Thiago permanecía en coma en terapia intensiva y su casa. “Salía del hospital y tenía que volver a casa a jugar, cantar, bailar, hacer dibujitos y que todo esté bien”, rememoró.
“Yo tenía mucha culpa de que las nenas sientan la ausencia de él o mía y decidí parar mi vida para estar con ellas 100 por ciento… No lloraba frente a ellas, pero mi cuerpo se expresó de otras maneras: las primeras dos semanas se me cerró el apetito, no sentía hambre ni me hacía ruido la panza. Bajé ocho kilos en 23 días”, reveló.
EL DÍA EN EL QUE DANIELA CELIS POR POCO TIENE UN GRAVE ACCIDENTE
Pero el dato más impactante llegó luego, cuando Daniela reveló que entre tanta preocupación estuvo al borde de sufrir, ella también, un gravísimo accidente de tránsito. “También me pasó que en los primeros días casi me choca un camión y me sacaron el auto. No manejé más esa semana”, relató la morocha, con piel de gallina.
Así las cosas y mientras todo es esperanza para la familia de Thiago, Dani contó cuál es la situación actual del papá de sus hijas Laia y Aimé. “Falta que le den el alta, que pueda caminar, que pueda levantarse solo, rehabilitación. Ya casi está con nosotros”, aseguró, con una sonrisa llena de luz.
