La cultura argentina quedó conmovida tras la muerte de Adriana Aisenberg, una de las actrices más destacadas del teatro, cine y televisión. La noticia fue confirmada este 29 de septiembre por la Asociación Argentina de Actores y Actrices, entidad en la que militó y donde dejó una marca imborrable. Dueña de una extensa carrera, la intérprete falleció a los 86 años y su partida deja un vacío en la escena artística local.
Desde la entidad sindical que la acompañó durante más de medio siglo, la despidieron con palabras sentidas: “Con profunda tristeza despedimos a Adriana Aisenberg, actriz y exdirigente de nuestro sindicato, quien desarrolló una prestigiosa trayectoria de más de seis décadas en teatro, cine y televisión”. El comunicado rápidamente circuló en redes y generó una ola de mensajes de afecto y reconocimiento.
Nacida en Santa Fe en 1938, Aisenberg se instaló en Buenos Aires siendo muy joven. Su debut teatral llegó en el escenario del Fray Mocho con la pieza Historias para ser contadas. Con una formación marcada por Augusto Fernandes, fue parte del mítico grupo ETEBA junto a Lito Cruz, Helena Tritek y Héctor Bidonde, además de integrar el elenco estable del Teatro San Martín y el recordado Gente de Teatro, dirigido por David Stivel.
En teatro, brilló en títulos que hoy son clásicos de la escena nacional e internacional: La señorita de Tacna, Fausto, Seis personajes en busca de un autor, Venecia, El violinista en el tejado, Extraños en un tren y La calle 42. Obras que mostraron su versatilidad, desde el drama más profundo hasta la comedia musical, y la convirtieron en una figura entrañable para el público y respetada por sus colegas.
LA CARRERA DE ADRIANA AISENBERG
La televisión la recibió con los brazos abiertos en ficciones que marcaron época: Poliladron, Mujeres asesinas, Los exitosos Pells, Vulnerables, Amas de casa desesperadas, Signos, Loco por vos, El encargado y Planners. Su versatilidad también brilló en la pantalla grande, con participaciones en títulos de peso como La Raulito, Plata dulce, Mundo grúa, El abrazo partido y Los delincuentes.
Con un legado tan amplio como respetado, la despedida se mezcla con la gratitud. Desde la Asociación de Actores remarcaron el peso de su trayectoria: “Se va una artista que dejó huella y un ejemplo de compromiso con el arte y la defensa de los trabajadores de la cultura”.



