Implacable, rígido y doliente. Germán Martitegui se caracteriza por su personalidad tajante, rayana a la tiranía en su rol de jurado de MasterChef, por eso todos los participantes siente pavor a la hora de pararse delante de su posición al escuchar su devolución.
Claro que nunca se imaginó que como un efecto boomerang ahora será juzgado, al menos así lo percibe el propio chef y eso lo sumió en una problemática, en una desesperación mental que lo aqueja hace días y que ya anticipó que crecerá en breve.
Resulta que Germán se prepara a un momento peculiar, el primer festejo multitudinario del cumpleaños de sus dos hijos, esos que aterrizaron en su vida a través de la subrogación de vientre, el mismo método que optaron otros famosos como Marley y Luciana Salazar.
En su visita al living de Nunca es tan tarde, el ciclo de Germán Paoloski en Telefe, Martitegui reveló el dolor que brota en su interior: "Tengo ahora mi primer cumpleaños, el de Lautaro, en quince días. Y esa va a ser la prueba de fuego de qué cocino yo en un cumpleaños para otros chicos".
La presión también late en sus tripas, porque pronostica la mirada inquisidora de las madres y padres de otros niños, así lo reveló: "No duermo con esta situación. Estoy muy nervioso... porque además están todas las mamis mirando a ver qué cocino...".
Además, en esa entrevista contó que por primera vez le brindó a sus pequeños la posibilidad de probar el dulce de leche, toda una novedad por su estricta alimentación a base de alimentos naturales y saludables.
