MasterChef llegó al último día de la semifinal. Luego de varios meses de competencia, en donde hubo risas, llantos, sorpresas y muchas otras emociones, el programa liderado por Wanda Nara se enfrentó a su última gala de eliminación. Pero esta ocasión fue diferente, ya que tuvo un cambio de reglas.
Los participantes hicieron su entrada como todas las noches, intentaron ponerle la mejor de las ondas, pero se vieron sorprendidos por el jurado cuando les anunciaron la nueva metodología. Justamente en el día que se iba un competidor, las normas dieron un giro de 180 grados.
Los cuatro concursantes que estaban en carrera, debían dar todo para no quedarse en las puertas de la gloria. Por esta razón, los descolocó que las cosas cambiaran en el último minuto y, que, para su pesar, terminara arruinando los planes que tenían en un principio.
Dicha modificación tenía que ver con el salvado de la última semana, ya que todos quedaron con una estrella, por lo que debían desempatar para ver quién subía al balcón. Como pasaba antes, hacían una mini prueba y desempataban, pero esta vez no sería igual.
QUÉ CAMBIÓ EN MASTERCHEF
Para introducir el cambio, Damián Betular tomó la palabra: "Como ustedes saben, cuando llegamos al domingo, a la gala de eliminación con un empate de estrellas, se hace un desempate. El que gana el desempate sube al balcón. Pero esta noche, va a ser diferente".
"Esta noche nosotros vamos a pasar por sus estaciones y vamos a ir probando lo que están cocinando", sumó Donato de Santis. "Si encontramos un plato que está muy bien encaminado en sabor, técnica y tiene todo perfecto, ese va a ser seleccionado y va a subir directamente al balcón. Por supuesto, se va a convertir en el primer semifinalista de MasterChef", cerró Germán Martitegui.
