Ante las preguntas de rigor, sostiene que está atravesando su mejor momento. Que pasa por uno de los estados más maravillosos que se pueda llegar a conseguir. Luli Fernández (31) y Cristian Cúneo Libarona (47) fueron padres de Indalecio, y la emoción no les entra en el pecho. Esa sensación inexplicable que los hace sonreír. Juntos, los logros se van sumando. Esa familia que tanto anhelaron ya es una realidad. A un mes de su nacimiento, Luli va detallando cuestiones que tienen que ver con lo íntimo.
La llegada del pequeño a la casa no sólo fue un cambio para ellos sino para otro integrante del hogar: para su mascota, una perra que se llama Simba. Para ella también fue toda una sorpresa, porque hasta acá todos los mimos se los llevaba ella. ¿Cómo reaccionaron Luli y Cristian? Los celos que muchas veces pueden llegar a existir por parte de la mascota, en este caso no aparecieron. Suele llegar a pasar, sobre todo en madres primerizas que quieren tener al recién nacido en una cajita de cristal, que no dejen compartir a los animales con el recién llegado, pero no es el caso de la morocha, que siente que ella también es parte de la familia y la integra como tal. No perdió su lugar. A tal punto, que la modelo se refiere a la perra como la hermana de Inda.
Según ella, la mascota estuvo muy pendiente de la panza durante todo el período de gestación. Contó que se le acostaba al lado, en la cama, y que con el hocico le acariciaba la panza. Luego del parto, ya con el bebé con ellos, ese trato no cambió. “Está todo el día muy cerquita y lo mira con un amor que te da mucha ternura. Es como una hermanita. Tiene un amor desmedido e intenso por Inda. A veces la tengo que correr un poco, porque es muy curiosa. Es como que tiene custodia”.
Luli Fernández junto a Indalecio
Simba, la custodia fiel de Indalecio, el hijo de Luli
