Matías, el cronista de Viviana Canosa, se encontraba "atrapado en unas banderas" mientras intentaba reportar desde las cercanías de la residencia de Cristina Kirchner. Sin embargo, la situación se salió de control cuando la gente lo empezó a increpar y lo echó del lugar.
Desde el estudio, la conductora expresó su preocupación, indicando que "no tiene ningún sentido que te bardeen ahí, la verdad que no tiene ningún sentido", e instándole a "empezá a caminar como para irte de ahí o alejarte un poco de la zona".
Matías describió la situación diciendo que "hay gente que respeta, hay gente que no, desgraciadamente. Hay muchas personas que se acercan a decir que paren, pero otras que no". La presentadora insistió en la necesidad de protegerlo: "muestren a mi cronista para protegerlo de alguna manera mientras se van alejando".
Desde el estudio, la conductora reflexionó sobre la relación entre el poder y los medios, afirmando que "vivimos en democracia y está buenísimo que se respete la prensa". Sin embargo, lamentó que "el Kirchnerismo no quiere la prensa. El Mileismo tampoco quiere la prensa el presidente no quiere la prensa y finalmente es una violencia en la que se parecen ambos".
EL ATAQUE AL NOTERO DE VIVIANA CANOSA
Para ilustrar, Viviana mencionó que "anda a hablarle a un mileísta del caso Libra te dice 'Nada que ver no pasó nada', y viceversa con los kirchneristas". Subrayó que, en su opinión, "militantes mileistas nos echarían igual. Son todos unos intolerantes".
La situación culminó con los intentos de la conductora por aliviar la tensión y permitir que el cronista se alejara. Matías finalmente logró alejarse del lugar. El incidente reavivó el debate sobre el trato a la prensa.
