El miedo más grande de Catherine Fulop: ¡Qué angustia!

Su primer beso fue en el baño de un canal de televisión donde ella hacía una novela. Ella lo piropeó, y él no dejó pasar la oportunidad. Amor a primera vista. 24 años después, Catherine Fulop (53) y Osvaldo Sabatini (52) siguen manteniendo la pasión por encima de todas las cosas. Pero aquella joven pareja hoy es un matrimonio maduro y curtido. Los felices padres de Oriana (22) y Tiziana (18), sus dos más grandes orgullos, que no paran de crecer y crecer.

Es por eso que Catherine ya se hace a la idea de que las nenas, más pronto que tarde, decidirán dejar el hogar para iniciar su camino de manera independiente. Ya lo han ido haciendo estos últimos años, especialmente Oriana, con sus compromisos laborales y su vida de mujer que ya dejó atrás la adolescencia. Tiziana, cada día más afianzada en el mundo del modelaje, también proyecta un futuro cargado de obligaciones y sueños, pero lejos de mamá y papá. Tanto los Fulop como los Sabatini son familias en las que estar juntos es un mandato que se hereda de generación en generación.

Cada vez que Cathy habla de su Venezuela, cuenta que vivir lejos de los suyos es una de las cosas que más la hacen extrañar su amada tierra. Por eso, a pesar de que tanto Oriana como Tiziana suelen tener sus rutinas y horarios, en casa siempre tienen preparados sus cuartos, su ropa y un plato de comida para cuando ellas lo requieran. “Soy una madre a la antigua, me gusta saber de ellas todo el tiempo, en qué andan, cómo están, pero también entiendo que ya están grandes y pueden hacer lo que quieran. En casa siempre tendrán su lugar”, dice Fulop.

Y cuando las nenas no están, cada vez que Ova y Cathy chocan con la realidad de encontrar el nido vacío aprovechan para reencontrarse. Cómplices y enamorados. Como aquel primer beso, 24 años atrás. O mejor.