Escándalo de L-Gante en Uruguay: por qué lo acusan de estafador - Revista Paparazzi

Escándalo de L-Gante en Uruguay: por qué lo acusan de estafador

La polémica explotó: cancelaciones en Uruguay, reclamos de pagos y acusaciones cruzadas entre productores
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En la tarde de Infama se vivió un tenso ida y vuelta por la gira suspendida de L-Gante en Uruguay. En vivo, el programa reunió a Gustavo Descalzi —periodista uruguayo— y a representantes del entorno del cantante para intentar aclarar por qué se cayeron varias presentaciones y qué pasó con los pagos, las reservas y los adelantos.

Descalzi abrió el segmento recordando que, según empresarios uruguayos, el artista ya había dejado “plantados” a dos boliches —uno en Salto y otro en Tala (Canelones)— en una fecha anterior, y que ahora se repitió el faltazo con tres locales más.

Además, planteó la duda sobre si, en aquel momento, L-Gante estaba habilitado para salir del país: “Lo que hay que aclarar es si él está posibilitado de abandonar la Argentina”. Desde el otro lado apareció Luis Perdomo, referente del entorno de Elian Valenzuela, con una versión distinta.

“La realidad es que no se cumplió con la parte económica. El artista, antes de subirse a un avión, tiene que tener la totalidad de su caché, no solo el de él, también el de la logística” lanzó Luis. Y agregó un número: “Habría recibido solo el 35% de lo pautado. La noche anterior tenían que completar el pago y no lo hicieron”.

Mientras se discutían detalles de aéreos, hoteles, sonido y rider técnico, Descalzi sostuvo que en plazas del interior uruguayo hubo venta de entradas, contratación de equipos y costos asumidos por los organizadores. Y volvió al antecedente de hace un mes: “Pagaron el 50% y no se presentó. Los empresarios debieron devolver entradas y cubrir gastos. No devolvieron ese adelanto”.

Perdomo replicó que aquel caso coincidió con una restricción para salir del país que ya estaría levantada, y se enfocó en lo reciente: “Hoy no viajó porque no vino la plata”. Sobre los adelantos, insistió: “No llegaron ni al 50%. Así no se mueve el artista”.

El debate sumó al manager Maxi Brother, que habló de un contrato por tres fechas, rider completo y logística: “Tenían que dar el 50% y el otro 50% en el lugar. No llegaron ni al 30% al firmar”. Descalzi retrucó mencionando pagos “en mano” y reuniones previstas entre tres empresarios del norte uruguayo para definir acciones por incumplimiento.

Maxi respondió: “Si tienen cómo hacerlo, que lo hagan. Pero no se cumplió lo acordado”. Entre chicanas y micrófonos cruzados, el móvil desde Roque Pérez —donde L-Gante tenía otra presentación— aportó clima de show, pero no más certezas.

Por ahora, el caso deja versiones enfrentadas: del lado del artista, reclaman adelantos incompletos; del lado de los empresarios, señalan fechas caídas, reintegros pendientes y gastos asumidos. En el medio, el público que compró entradas y una pregunta abierta: ¿habrá reprogramación o devolución? La novela recién empieza.

 
 

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