En un mes, Eugenia Tobal (43) concretará su gran y anhelado sueño: ser mamá. Ema llegará al mundo por cesárea a consecuencia de las dificultades que implica que la actriz tenga trombofilia, enfermedad por la que se cuidó, sin sobresaltos, durante la gestación.
Con la habitación lista para recibir a la princesa de la casa y el bolso que llevará al parto casi completo, la conductora de Cocineros de noche, en la Televisión Pública, disfruta de los últimos momentos con panza junto a su pareja, Francisco García Ibar, con quien están juntos hace dos años.
Feliz, muy feliz por la vidita que está próxima a llegar, Eugenia también sufre por la realidad de su mamá. De un tiempo a esta parte, la señora lucha para mantener lo mejor posible su salud, y eso enorgullece a la artista.
En los últimos días, Tobal se tuvo que ausentar del programa que conduce, y los fanáticos y seguidores en redes se asustaron mucho. Asociaron su faltazo con su embarazo, pero nada tuvo que ver con eso. Pero sí con la salud de la mujer que le dio la vida y que, en las próximas semanas, se convertirá en abuela.
“El embarazo sigue su curso perfecto, no se preocupen, estoy bien. No estuve presente por temas familiares”, reconoció. Mezcla de emociones, sensaciones encontradas, la futura mamá confió, sobre la lucha a la que se enfrenta su progenitora.
“Que te levantes por la mañana incluso si tu alma está cansada y tus huesos duelen por un descanso. Creo que es valiente que sigas viviendo incluso si ya no sabés cómo hacerlo. Creo que es valiente que empujes las olas cada día y decidas luchar. Sé que hay días que tenés ganas de rendirte pero creo que es valiente. Que nunca lo hagas y sé que no lo harás”. Juntas y unidas, mamá e hija verán llegar a la amada y tan deseada Ema.
