La noche de los Martín Fierro del Streaming estuvo cargada de tensión y miradas cruzadas. En medio del escándalo que estalló por la filtración de chats con Sofía Gonet, Homero Pettinato decidió romper el silencio y habló ante las cámaras en la alfombra roja, a metros de su ex, quien formó parte de la conducción del evento.
Visiblemente afectado, el conductor eligió no esquivar el tema y se expresó con sinceridad. “Mentiroso no, mentiroso no”, fue una de las primeras frases que lanzó, marcando su postura frente a las acusaciones que circularon en redes y medios. Lejos de mostrarse desafiante, Homero, que fue defendido públicamente por su hermana filtrando aún más chats privados, se mostró vulnerable.
“Estoy flotando en una nube de estabilizadores de ánimo que son bárbaros, traídos de afuera”, dijo con ironía y crudeza a la vez, dejando en claro que el impacto emocional de la situación fue fuerte. Incluso, adelantó que el día siguiente sería complicado: “Mañana es un bajonazo”, confesó sin filtros.
El conductor de Olga también hizo referencia al episodio que detonó la exposición pública de su vínculo con Sofía Gonet y no dudó en calificarlo como doloroso. “La verdad fue un episodio triste, muy feo, y no me identifica”, expresó, intentando despegarse de la imagen que se construyó alrededor del conflicto.
En ese sentido, Homero remarcó que quienes lo conocen saben cómo es realmente y qué tipo de perfil maneja lejos de las cámaras. “No soy wandanarezco”, lanzó, en alusión a los escándalos mediáticos de alto voltaje a lo Wanda Nara, quien salió a bancar a su ex la Reini.
“No me gusta tanto el escándalo ni exponer la vida privada”, agregó. Sin embargo, reconoció que la situación lo empujó a reaccionar públicamente. “Capaz que en esta situación no me quedó otra y bueno… contraataqué”, admitió, con un tono resignado. Lejos de mostrarse triunfal, fue contundente sobre cómo atravesó todo: “La pasé como el orto”.
Mientras tanto, la presencia de Sofía Gonet en el mismo evento no pasó desapercibida por el extravagante look al borde del desnudo que eligió. Aunque no hubo cruce directo, el clima fue tenso y cada palabra de Homero fue leída en clave de respuesta a lo que se viene diciendo desde ambos lados.



