El conductor no pudo contener las lágrimas al repasar un período complejo de su vida.
Exitoso, consolidado y respetado por sus colegas. Rodrigo Lussich transita por una etapa espléndida de su carrera profesional, con la capacidad de mixturar información y entretenimiento en las dos ediciones diarias de Intrusos.
Pero no todo fueron rosas en el sendero del uruguayo, que atravesó un momento crucial de su vida allá por el 2008, con una decisión fundacional que tomó al mudarse a Mar del Plata y alejarse de los grandes medios porteños.
Todo esto volvió a flote con la visita de Francisco Bagnato al piso de Intrusos a la noche, dado que el histórico conductor de Gente que busca gente se erigió en un eslabón decisivo en esos días de Rodrigo. “Tengo la suerte de conocerlo desde hace más de 10 años cuando fui a Mar del Plata a hacer radio Brisas, descubrí a una persona extraordinaria”, dijo el invitado.
Esas palabras y la remembranza de esa etapa despertó algo en Lussich, que no pudo contenerse y rompió en llanto en pleno vivo. Totalmente acongojado y movilizado por sentimientos muy profundos. Tras recuperar el aliento, el periodista explicó el origen de ese estadío de emoción.
“Un día fui a Mar del Plata muy perdido personal y profesionalmente a fines del año 2008. Yo quería irme de Buenos Aires por un montón de motivos que no vienen al caso, y necesitaba laburar, no me podía ir allá sin trabajo”, exteriorizó.
Y para redondear la importancia de la influencia de Bagnato, Rodrigo detalló: “Lo fui a ver a Franco a radio Brisas para pedirle trabajo. Y para mí fue mucho más que un trabajo, me dejó ser su familia, y fue fundacional para un montón de cosas que hoy ven de mi laburo”.