Medina quedó libre tras pegarle alcoholizado a una de sus hijastras, pero la realidad familiar sigue siendo un drama.
A fines de octubre, Julio Medina, el papá de Thiago, fue noticia por un hecho de violencia de género cuando su hijastra Camila Deniz lo denunció junto a sus hermanos de pegarle al llegar a la casa de González Catán en estado de ebriedad.
La producción de Gran Hermano decidió no contarle nada al participante y el hombre pasó unas semanas encarcelado, hasta que fue liberado bajo una condición legal: no acercarse a su víctima. Sin embargo, en LAM contaron que, en los hechos, esto no se está cumpliendo.
¿La razón? Medina volvió a la casa en la que vivía, donde residen sus hijos y su víctima, ya que no tiene otro lugar a dónde ir. “Nos hizo mucho ruido cuando Julio dio el domicilio y es el mismo donde sigue viviendo Camila”, dijeron en el ciclo de América.
“Y ellas siguen ahí porque incluso ella sigue haciendo Tik Tok y graba ahí”, agregraron. “De todas maneras lo lógico sería que se fuera él y no las chicas”, opinó Yanina Latorre, sobre este drama de violencia que padecen las hermanas de Thiago, ajeno a lo que está pasando y en pleno romance con Daniela.
“Hola, soy Julio Medina, acabo de salir en libertad y quiero aclarar que quiero estar bien con mi familia”, fueron las primeras palabras que se dieron a conocer del papá del participante del reality, publicadas por Mauro Szeta en su cuenta de Twitter.
“Quiero reunir a mi familia. No soy un hombre violento, quiero dejar bien en claro eso”, dijo además, a lo que el periodista de policiales explicó: “Salió con una restricción perimetral y no podrá acercarse a las medias hermanas del participante del reality”.