Mauro Icardi y la China Suárez no tienen descanso. Apenas pusieron un pie en Buenos Aires después de su gira que arrancó hace días en Turquía, siguió en Milán y cerró en Ibiza, los tortolitos se fueron a comer afuera. Nada de delivery ni de casa de los sueños: derecho a uno de los restaurantes más top de la ciudad.
¿El detalle? Que en lugar de generar interés y empatía en la gente, Icardi y la China despertaron indignación y bronca. Es que el ex de Wanda y Sangre Japonesa demostraron que se auto perciben seres superiores y entraron al local con un pedido caprichoso y desubicado.
Así lo contó Yanina Latorre en LAM, en tiempo real, mientras le pasaban info del lugar. “Chismecito fresco de este momento. Acaban de llegar… No voy a decir el lugar para que no vayan todos los noteros”, dijo, y comentó: "Yo después de 12 horas de avión, con jet lag, no salgo a comer ni loca", dijo la panelista.
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Y la angelita avanzó con su chimento: "A un restaurante importante de La Recoleta, cayeron Icardi y la China y una pareja más a comer. Subieron al tercer piso y.... ¡echaron a todos los comensales!”. Y mientras la tribuna coreaba el nombre de Wanda, Nazarena Vélez opinó: “¡Qué mal el restaurante” ¡No te voy más si, me llegas a rajar por eso!”.
LOS CELOS DE LA CHINA SUÁREZ EN IBIZA
Según cuentan, el final del viaje familiar que la China hizo con Icardi y sus tres hijos terminó con varias escenitas de celos. Es que Wanda estuvo más presente que nunca entre los dos desde aquella audiencia en Milán en la que se hizo notoria la tensión sexual entre los ex. Pero hubo más.
"En un momento, los hijos de la China se acordaron de Rusherking y lo mucho que lo querían. Mauro se puso celoso y comenzó a preguntarle a los niños si lo querían más a él o a Rusherking", contaron en LAM. Y luego, en un boliche, Sangre Japonesa encaró a su novio al notar que las mujeres lo miraban. “Le dijo: 'si alguna se acerca, las voy a agarrar yo'".

