La casa de Gran Hermano fue testigo de un episodio que generó una creciente tensión entre dos de sus concursantes más destacadas: Coti Romero y Furia. Desde la llegada de Coti al reality, el ambiente experimentó un cambio radical, con jugadores que antes pasaban desapercibidos ganando cada vez más protagonismo, mientras que las explosiones de Furia parecen disminuir en intensidad. Sin embargo, la participante estrella de esta temporada, Juliana Scaglione, no se amilana y enfrenta a la concursante correntina sin reservas.
El conflicto entre Furia y Coti no es nuevo, pero tomó un giro más peligroso recientemente. La disputa se desató durante la discusión por las compras semanales, y desde entonces se convirtió en una guerra abierta dentro de la casa de Gran Hermano.
Aunque no hubo gritos ni peleas espectaculares, Juliana recurrió a tácticas emocionales para desestabilizar a su oponente y tocar sus puntos débiles.
La última movida de Furia fue especialmente astuta y provocadora. La concursante dejó una imagen sobre la cama de Coti, una fotografía de Romina, Julieta y Daniela junto al cocodrilo preferido de la concursante correntina, figuras que fueron rivales clave para Coti en la edición anterior del programa. Este gesto no pasó desapercibido en la casa, generando un alboroto entre los jugadores y aumentando la tensión en el ambiente.
LA ACTITUD DE FURIA QUE DESESTABILIZÓ A COTI
Al revelar la imagen que había dejado a Coti, Furia exclamó con tono desafiante: "¡Se repica!, ¡Se repica!, amigo". La reacción de los concursantes fue de sorpresa y expectativa, mientras Coti se quedaba afuera del cuarto. Cuando la concursante ingresó y vio la imagen en su cama, expresó su desconcierto y molestia, mientras que sus compañeros señalaron a Furia como la responsable del gesto provocador.
El clima en la casa de Gran Hermano se tensa cada vez más a medida que la rivalidad entre Coti y Furia alcanza nuevos niveles, dejando a todos los concursantes en vilo ante lo que podría suceder a continuación.
