La interna entre la China Suárez y Benjamín Vicuña sumó un nuevo capítulo que podría tener derivaciones mucho más serias de lo que se pensaba. Luego de que el actor chileno revocara a último momento el permiso para que sus hijos, Amancio y Magnolia, viajen a Estambul con su madre y Mauro Icardi, la actriz estalló en redes sociales.
Hay algo que empieza a sonar fuerte: ¿podrían quitarle a Vicuña que tiene un pacto con Nicolás Cabré la tenencia compartida? El tema se instaló cuando Rolando Graña, en Ahora Noticias, dijera una frase demoledora: “Cuando metés una situación de adicciones con padres separados, quedás a 5 minutos de cuestionar la tenencia de los pibes”.
Esta hipótesis cobra fuerza cuando se repasa el contenido del posteo de la China. En su publicación, la actriz no solo habló de infidelidades mientras estaba embarazada —“Me era infiel con una mujer mientras llevaba a su hijo en mi panza”—, sino también de situaciones de maltrato psicológico, abandono y celos profesionales.
“Se encargó de destruir mi autoestima en tiempos difíciles”, afirmó Eugenia. Uno de los fragmentos más delicados fue cuando la actriz denunció: “El papá del año que lleva a su hija a una comida/fiesta para la fotito en Instagram pero se la pasa encerrado al baño con sus adicciones”.
Esa frase fue interpretada por muchos como una referencia directa al consumo de estupefacientes, lo que podría abrir la puerta a futuras disputas legales por la custodia de los chicos. También lo acusó de mostrarse como un padre presente solo en redes, de no saber cosas básicas de sus hijos y de utilizar excusas económicas para no viajar con ellos.
“En siete años nunca pudo llevarlos de vacaciones —excepto a Chile— porque ‘era mucha plata’”, sostuvo. Y, por si fuera poco, reveló que cuando tenía COVID, él apagaba el teléfono y se iba “de joda”. Mientras el escándalo crece, del otro lado Mauro Icardi se muestra como figura presente, contenedora y admirada por los niños.
Según la China, Vicuña firmó la tenencia cuando se separaron porque “estaba muy ocupado” y ahora, celoso, intenta retomar protagonismo. Como bien dijo Graña, cuando hay denuncias de adicciones, abandono y maltrato, el debate por la tenencia empieza a ponerse sobre la mesa. Y en esta historia, todo parece estar recién empezando.



