Impensado. Increíble. El Wandagate permanece latente, vivo y refulgente a pesar del transcurso del tiempo, de la lejanía del brote del escándalo mediático más explosivo de los últimos años. Esas cenizas no se apagaron, todavía calientan la historia.
Desde el engaño consumado de Mauro Icardi a Wanda Nara con esa noche de pasión, de lujuria desenfrenada que experimentó con la China Suárez, en la intimidad de un dormitorio caliente en un hotel en París, se hilvanaron decenas de hechos.
La esposa del futbolista decidió perdonar, exculpar, a su marido de manera veloz e intentó reconstruir el matrimonio. Al unísono todo indicaba que María Eugenia había decidido correrse de la escena, no obstante algo cambió el fin de semana.
A partir de la voz de Yanina Latorre se supo que la ex de Benjamín Vicuña le volvió a escribir a Mauro mientras Wanda se encontraba en Argentina. Y se prevé que la intención se focalizaba en encontrarse otra vez entre sábanas, para aprovechar su inminente viaje a Europa.
Claro que la China no se imaginó que el delantero la delataría con Nara, ni que le mostraría los chats. Por eso, Suárez experimentó una especie de dolor al conocer que la influencer se enteró de toda su maniobra de seducción.
En Socios del espectáculo narraron la reacción de la ex de Nico Cabré, ya que Paula Varela reveló: “Me dicen que, cuando ella se entera de que Wanda sabía de su intento de llegar a Mauro, estalló como una loca. Esto es textual de gente cercana. No es que ella quería que Wanda se entere, obvio. Dicen que le salió como el tuje”.
Para añadir más sustento a la furia que invadió el cuerpo de la China, la panelista agregó: "No pensó jamás que Mauro le iba a mandar a su esposa. Pensaba que Mauro le iba a ser fiel a ella y no a la esposa. Tuvo tipo un ataque de nervios. Le salió mal y jamás pensó que lo iba a mostrar; estalló”.
