La confirmación de Yanina Latorre como nueva participante de MasterChef Celebrity encendió un inesperado capítulo en el siempre convulsionado universo mediático. Y quien no tardó en reaccionar fue Marixa Balli, su compañera en LAM, quien dejó definiciones filosas y dejó claro que la relación entre ambas sigue lejos de ser armoniosa.
La rubia había anunciado horas antes que reemplazaría a Maxi López en el reality de Telefe, una noticia que generó revuelo dentro y fuera del programa de Ángel de Brito. Consultada por la incorporación, Marixa optó por un tono diplomático, aunque repleto de subtextos.
“Y bueno, se da. Nuestros caminos se vuelven a unir. Le está gustando Telefe”, lanzó con una sonrisa tensa, dejando entrever que no todo es color de rosas detrás de cámara. La cronista Cande Mazzone intentó ir más allá y preguntó si la noticia la alegraba.
La respuesta, lejos del entusiasmo, fue un sello de marca registrada: “Está todo bien. Vi un reel de Bondi donde Ángel decía que yo iba a estar detonada… No, chicos. Todo me chupa un huevo. Yo hago lo mío, no compito con nadie". Firme, segura, y sin dejar cabos sueltos, Marixa remarcó que no está en búsqueda de batallas: “Yo soy Marixa y soy muy segura de quién soy”.
Sin embargo, cuando la entrevista avanzó hacia conversaciones privadas donde Yanina supuestamente la criticó, Marixa no ocultó su incomodidad: “Sí, sí. Fuerte. Pero yo sé cómo es este ambiente”. Y explicó que, para hablar mal de alguien, necesita estar completamente segura: “Si esa persona me encara, tengo que estar segura de decirle: ‘Sí, pienso eso de vos’”.
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Consultada por la imagen que tiene de su compañera, reconoció la labor profesional de Latorre, aunque con una definición particular: “Es especial. Excelente en lo que hace, súper profesional. Cada una tiene su forma de ser”. Y pese a admitir que algunas situaciones la molestaron en su momento, evitó dramatizar: “No terminó mal la relación. Todos nos podemos equivocar”.
Sobre cómo será la convivencia en MasterChef, fue contundente: “Yo voy a estar en mi mundo. Este programa no te da tiempo a pensar en estrategias ni en el otro. Es muy dinámico”. Lejos de mostrarse víctima o enemiga, Balli cerró con una declaración que, inevitablemente, deja una puerta abierta a la tensión: “Cada una se queda con su verdad. No me interesa entrar en conflictos. Cuando la gente no forma parte de tu vida, tampoco te molesta”.
