Los jugadores de esta edición de Gran Hermano se sacan un cero en economía doméstica. Pasaron más de tres meses de encierro y los chicos todavía no saben cómo organizarse para hacer las compras para todos y que nadie se quede con hambre.
Y en las últimas horas, en la previa de la definición de la doble gala de eliminación en la que Catalina Gorostidi y Juliana Scaglione tendrán su duelo final en la placa más caliente del reality, la pediatra demostró que no está dispuesta a compartir cualquier alimento con sus compañeros.
“Hay un budín, pan, banana, dulce de leche, limón, un juego. Amigas, ¡están llenas de mercadería…!”, exclamó Nicolás Grosman, fascinado, al investigar el placard del cuarto de Las Vizcachas, que siempre tienen lo suyo, a resguardo del resto de los hermanitos.
Lista a defender la mercadería de su grupo con uñas y dientes, Catalina saltó: “Salí de ahí, Nicolás, cerrá…”. Sin embargo, la santafesina se ablandó segundos después al ver la carita de hambre de Los Bros y ofreció una fruta para compartir: “Les doy una banana para los dos”.
ALARMA EN GRAN HERMANO POR LA SALUD DE FURIA
A raíz de la falta de presupuesto para comprar comida y los miles de pesos que cada semana los hermanitos se gastan en cigarrillos, se sumó una versión inquietante: que a Furia le esconden los alimentos, que ruega por ellos y que se empezaba a ver decaída de salud, con mareos.
Fue Bautista Mascia quien dejó al descubierto la alarmante situación que se vive puertas adentro de la casa de Martínez. El uruguayo contó, en detalle, un particular momento que le tocó vivir con Furia, cuando ella le pidió comida y le tuvo que convidar un pedazo de pan.
