Los coletazos de la explosiva separación de la China Suárez y Benjamín Vicuña continúan latentes, con una enorme gama de ramificaciones de situaciones, como el brote de un rumor muy fuerte de una infidelidad del chileno.
En todo ese contexto de informaciones cruzadas, de versiones infinitas, también se posó el foco en la mudanza de María Eugenia a la casona que compraron en los últimos meses. Así, la actriz exhibe en sus plataformas digitales los diferentes pasos de la remodelación.
La multiplicidad de ocupaciones de la China, con el acompañamiento de sus tres hijos más los proyectos laborales, y sumado a la construcción de la propiedad en Pilar, generó un combo explosivo de cansancio, de viajes interminables.
Por eso, María Eugenia se animó a postear una storie de una situación muy extraña, en la que se la ve acomodada en el interior de su auto, con almohadones y acostada para reposar un rato y tratar de transitar por una siesta, un periodo de descanso.
Pero no estaba sola, ya que la modelo escribió: “Siesta en el auto para que duerman las criaturas”. Evidentemente, María Eugenia encontró un resquicio, un momentito de su rutina diaria para brindarle un espacio de silencio a Rufina, Magnolia y Amancio.
Claro que llamó la atención el ambiente elegido. Y en esa misma sintonía, la China exteriorizó otro gesto de la cotidianidad en esta mudanza, que se relaciona con la instalación de toda su ropa en el vestidor de la nueva casona.
Parece que Magnolia eligió una remera de su mamá y se la puso. Con un tierno video, Suárez retrató ese episodio: “Pero esa remera es de nena grande”. La pequeña intentó acomodarse la prenda para que le quede acorde a su fisionomía, pero sobre todo generó un capítulo de ternura.
