La China Suárez volvió al país este fin de semana y, como era de esperarse, no pasó inadvertida. La actriz aterrizó en Ezeiza en medio de un clima mediático agitado por el conflicto con Benjamín Vicuña por la escolarización de sus hijos, Amancio y Magnolia. La ex Casi Ángeles viene sumergida en el ojo de la tormenta desde hace meses, pero al parecer a ella eso la tiene sin cuidado.
Pero aunque muchos cronistas aguardaban su llegada para obtener alguna palabra suya, la China sorprendió con una maniobra inesperada que dejó a la prensa totalmente desconcertada. En lugar de salir por la puerta donde la esperaban periodistas y fotógrafos, se dirigió por un acceso alternativo y esquivó a todos, evitando así el contacto directo y cualquier tipo de declaración.
La jugada de la China no pasó desapercibida y rápidamente se replicó en redes sociales, donde el periodista Fede Flowers publicó una foto del lugar y escribió: “Otra guardia que te cargaste por zorra.. Burló a toda la prensa y se fue por otro lado”. La frase fue una especie de reversión de lo que Wanda Nara popularizó años atrás cuando se enteró del encuentro íntimo de la actriz con Mauro Icardi.
La escena despertó todo tipo de comentarios. Mientras algunos usuarios interpretaron la estrategia como un intento de preservar su intimidad en un momento de gran exposición, otros lo leyeron como uno más de los gestos desafiantes que la China tiene con la prensa argentina, donde se sabe que hay una mala relación y que no suele mostrarse muy simpática con los medios.
LA CHINA SUÁREZ MOSTRÓ LO PRIMERO QUE HIZO AL LLEGAR A BUENOS AIRES
Más allá de la polémica por su arribo al país, minutos después la propia China dejó en claro cuál fue su primera actividad tras pisar suelo argentino. Desde sus redes sociales compartió un collage de fotos con Agustina Uslenghi, su amiga de la infancia y madrina de Rufina, la hija que tiene con Nicolás Cabré. “Primera parada”, acompañado de un corazón rojo.
En las fotos, la China aparece disfrutando del reencuentro, dejando ver un costado más cálido y despreocupado, lejos de los flashes y del conflicto mediático que la rodea. Con esa publicación, mostró que su prioridad no era enfrentarse con la prensa ni aclarar rumores, sino refugiarse en la intimidad de sus vínculos más cercanos.
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El contraste entre la jugada esquiva en el aeropuerto y la apertura afectiva en redes terminó de alimentar la conversación en torno a la China. Un capítulo más en la historia de una figura que, aun en los momentos más turbulentos, sabe cómo mantener el foco en su vida personal y en quienes considera parte de su círculo más íntimo.



