No hay excusas. El abanico de alternativas es muy amplio y las opciones son variadas: se pueden hacer abdominales en casa, anotarse en un lujoso gimnasio con un profesor musculoso que arme las rutinas o, directamente, aprovechar los aparatos de la plaza sin gastar un peso. Si el propósito en mantenerse en forma y oxigenar la sangre, no hay pretextos válidos para escaparle a la actividad física. Ya no es como antes, pues ahora, a diferencia de otros tiempos, muchos espacios verdes fueron utilizados para ofrecerle a la gente la chance de hacer deportes sin que el factor económico sea un impedimento.
León Gieco siempre se ha mostrado lejos del capitalismo. Si algo distingue a su música del gran segmento de sus colegas es su declarado enfrentamiento con los sectores de poder, esos que, por supuesto, manejan las cuentas más suculentas del mundo. Difícilmente podamos comprobar si el solista decidió ir a Palermo a correr y a trabajar sus músculos para evitar convertirse en un cliente más de las grandes cadenas de gimnasios, pero está claro que, de haber sido así, se trataría de León en sintonía con sus principios.
Como cualquier hijo de vecino, el intérprete de Sólo le pido a Dios, entre otros reconocidos hits que marcaron una época, se dio una vuelta por los bosques para entrenar duro y darle a su salud una caricia de esas que nunca están de más. Llegó tempranito. Vestido completamente para la ocasión, aunque protegiendo su garganta con una cuellera para evitar los efectos colaterales de la fresca brisa matinal, el artista le dio forma a una media hora bastante intensa: trotó, hizo algunas flexiones de brazos y elongó de forma escalonada.
Es decir, León llevó a cabo un trabajo a conciencia, sabiendo lo importante de evitar lesiones e impedir que algún dolor inoportuno lo condicionara después. Sin lugar a dudas, disponer de un libre acceso al parque y la cercanía con su casa, montan un contexto ideal para León y su deseo de “respirar algo de aire fresco”, pues las últimas semanas estuvieron cargadas de trabajo para él. Luego de formar parte del Cosquín Rock, donde se sumó a los artistas que homenajearon a Charly García, el solista confirmó que finalmente se unió a Los Tipitos con la finalidad de reversionar Río, una canción de la banda que integra el disco Mi Flor.
De esta manera, la banda se suma la corriente de incorporar voces de renombre para conseguir un impulso distinto a sus propios productos. El desembarco de León en esta nueva iniciativa, seguramente les permitirá concentrar también entre sus fans a otro público, básicamente a ese que tiene su anclaje en generaciones anteriores. Con tantos compromisos, Gieco consideró conveniente aflojar tensiones, eligiendo la actividad física como herramienta.
Al igual que mucha gente, se inclinó por el camino de la salud para desenchufarse un rato de sus obligaciones y acordarse de su bienestar personal, que en definitiva termina siendo el motor de su trabajo. El cantante, sereno en cuerpo y alma, compone con otra inspiración. Y si bien a esta altura León no tiene tanto examen que rendir, ya que su trayectoria lo respalda y su vuelo es naturalmente propio, verse atraído por la naturaleza para hacer gimnasia no es algo tan frecuente a los 69 años. En su caso no hicieron falta profesor ni aparatos de última generación. Hasta en eso León predica con el ejemplo. Con el ejemplo de saber arreglarse con poco.
FOTOS: CARLOS GONZALEZ
