Peñarol es uno de los dos clubes más grandes del Uruguay y uno de los más poderosos e históricos de todo el continente americano. Entre sus hazañas figuran consagraciones en Copas Libertadores, en Intercontinentales, en campeonatos locales, en el estadio Centenario o en canchas donde fue torazo en rodeo ajeno, aquí y allá forjó una estirpe combativa, guerrera, popular y triunfadora que lo distinguió del resto de los equipos. Su nuevo héroe no grita goles como Fernando El Potro Morena, no da indicaciones como Diego Aguirre, no ataja penales como Ladislao Mazurkiewicz ni desborda rivales como Alberto Spencer o el peruano Joya. Su nueva bandera ganó Gran Hermano: Tato Algorta es tan uruguayo como fana del carbonero y su triunfo sobre Ulises y Luz en la gran final del realitie desató la locura al otro lado del Río de La Plata.
Mientras se juega el Mundial de Clubes y curiosamente a nadie se le ocurrió invitar a Peñarol y a Nacional para disputarlo -cuando entre los dos suman 8 Libertadores y 6 intercontinentales, nada más y nada menos- los gigantes del país vecino/hermano debieron conformarse con prender la tele y sentarse frente a ella. Ya sea para ver los partidos que se juegan en yanquilandia o para seguir las alternativas del realitie que se "disputó" en Telefe. Los aurinegros de Peñarol alentando a su muchacho. Los "bolsos" o "tricolores" de Nacional, probablemente, deseando lo contrario, su derrota.
Cuando Santiago del Moro abrió el sobre con Tato y Ulises entreverados en un terrible y tremendo mano a mano y gritó que el campeón 2025 de GH era Santiago Algorta miles y miles de "yoruguas" explotaron en un grito desaforado. Pero más que nada los de Peñarol. Ellos hicieron mucha fuerza para que se diera la consagración de su representante y hasta los jugadores grabaron videos para pedirle a la gente que votara. Incluso el presidente del club, "Nacho" Rugilo, se manifestó en el mismo sentido públicamente. La hinchada de Peñarol, conocida con el nombre de Barra Amsterdam, se movilizó como si fuera a jugar un clásico contra el Bolso.
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Si bien nadie lo confirmó, se dice que se juntaron unos 15.000 dólares para votar a Tato y ayudarlo a que alcance la coronación. Un grupo de futbolistas firmó remeras y las donó. Esas camisetas autografiadas fueron "rifadas" entre el pueblo carbonero, que logró juntar ese dinero y transformarlo en votos para Santiago. Otro aporte lo hizo el afamado y reconocido "Supermercado Tata", que se embanderó atrás de la ingeniosa campaña "Tata apoya a Tato" y también generó ingresos (se habla de unos 50.000 dólares, información que no fue confirmada ni corroborada por ningún medio) para aportar a la causa.
LOCURA TOTAL EN URUGUAY POR LA CONSAGRACION DE TATO EN GRAN HERMANO: QUE PREPARA PENAROL PARA SU HEROE
Poco después de saberse que Tato le había dado a Uruguay el esperado bicampeonato (es el sucesor de Bautista Mascia, otro nacido "cruzando el charco") se armó una revolución que como tantas otras nació en las redes sociales. En medio de la locura y del fervor popular apareció el propio club con un tuit que saludó la consagración de Santiago y además adelantó que habrá una sorpresa para su nuevo héroe.
Se habla, ya, de un recibimiento que será apoteótico. Sin saber nada de eso, Tato le dedicó el título al club del que es hincha. Fue una de las primeras cosas que hizo. "Vamos, soy campeón, vamos. Gracia Argentina, gracias Uruguay. ¡Vamos Peñarol, vamos Peñarol!" gritó él como loco. Se especula con que puede ser declarado socio honorario, que se lo invitaría a dar el puntapie en algún partido e incluso se dice que le podrían ofrecer ser "embajador del club" en algunas partes del mundo. "Peñarol nomá".
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