Los géneros musicales fueron mutando, y en la época que transitamos la diversidad se muestra en un abanico. Al tango, al folclore –en todas sus ramas– y al rock nacional se les fueron sumando nuevos estilos que rápidamente fueron adaptados por los argentinos, según el gusto de la población. Llegó el cuarteto, por ejemplo, y más tarde la cumbia. Y así se podría caer en un inmenso mar de notas musicales que le dan vida a una melodía. El nuevo repertorio que mueve multitudes es el trap, un subgénero musical que nació en los 90 en Estados Unidos y que rápidamente fue conquistando distintos países. En nuestra tierra, uno de los líderes que asoma con fuerza es Paulo Londra (21), un joven que cautiva no sólo por su capacidad artística sino por su historia tan conmovedora. “La vida es un sueño y no hay que bajar los brazos, porque así como te quita también te da. Cuando se tiene un sueño no hay que detenerse hasta lograrlo”. El cantautor que conquistó este género de moda nació en Córdoba, el 12 de abril de 1998. Gracias a su hermana, cuando tenía 13 conoció la música de Eminem, que se transformó en su fuente de inspiración.
A los 15 comenzó a dar sus primeros pasos, ya con intención de dedicarse a esto, en las competencias de freestyle. Dos años más tarde se le abrió la gran puerta cuando en una de las batallas (así se llaman los desafíos de improvisación entre dos personas) le tocó enfrentar y ganarle al Duki, uno de los referentes del género. Ese fue el clic que lo catapultó a lo más alto. Paulo marcó territorio, y desde ese duelo logró ganarse el respeto de sus colegas. Luego de eso se presentó en el prestigioso concurso El quinto escalón. Un evento mundialmente conocido, del cual salió victorioso. Ese paso le hizo traspasar fronteras y le dio la fama mundial que hoy tiene. Definitivamente, este salto lo sacó de la facultad. Se había anotado en abogacía y, de hecho, hasta llegó a cursar algunas materias, pero se dio cuenta de que no era la suyo, que lo de él es lo artístico.
¡Familia! Su papá es católico y su mamá, evangélica. La fe está siempre presente en él y se aferra a Dios para seguir creciendo. Su entorno, al que también suma a sus amigos, es su cable a tierra, las personas en las que se apoya cuando la fama intenta marearlo. De hecho, pese a que tiene la posibilidad, no quiere independizarse, porque con sus padres se siente contenido. “Me cuesta mucho alejarme de mi familia y de mis amigos. Por trabajo, estuve viviendo en Colombia, y la verdad es que extrañé muchísimo”.
De ellos incorporó humildad y sacrificio para poder progresar. Pese a que la música ya es su trabajo, cuando la ocasión lo amerita realiza shows gratis para que ninguno de sus seguidores se quede afuera. El año pasado una discográfica le ofreció un suculento contrato –trascendió que era de seis cifras– y no aceptó. Sus shows se llenan de representantes de discográficas que lo quieren sumar a sus filas, y no hay caso. El admite que es feliz trabajando con su gente, con su equipo de toda la vida. Aceptar lo que le ofrecen las corporaciones sería dejar en la calle a los que confiaron en su talento desde el primer día, por eso no se vende.
Renovador. En tiempos donde se intenta reivindicar el rol de la mujer y que no sea tomada como objeto, como suele suceder en ciertos ritmos, Paulo se caracteriza por darles una bocanada de aire fresco a las generaciones que vienen. Por propia decisión, sus letras no denigran, no hablan de sexo, droga, violencia o descontrol. “Busco otra manera de crecer, sabiendo que hay cosas que tienen que cambiar. No quiero que se horroricen con mi letras. Quiero que los que me escuchen sean felices de una manera sana. Mi objetivo es que mi abuela escuche trap”.
Hasta acá, Londra fue lanzando canciones sueltas que tuvieron un gran impacto. El sencillo “Relax” fue el primero y el que alcanzó liderar diferentes rankings musicales. Hoy por hoy, en las diferentes plataformas musicales logró desplazar a artistas como Abel Pintos y Tini Stoessel, figuras de renombre que cuentan con otro respaldo gracias a tener un sello detrás. El muchacho mira a todos desde arriba y se sonroja cuando se lo recuerdan. El jueves 23 presentó su primer disco, Homerun, y, fiel a su estilo, lo hizo con un show gratuito en el complejo Art Media, en Buenos Aires.
¡Conquistador! Fachero y exitoso, el cordobés deja la estela al pasar. Cautiva desde su forma de ser. Miles de adolescentes mueren por su música y, por supuesto, por él. Los mensajes de amor se multiplican. Sin embargo, confiesa que está soltero y que por ahora prefiere seguir así, sin atarse a una relación. “Mi meta es enfocarme en la música y no distraerme. Si alguna vez llegara el amor, quisiera que sea humilde, sincera y creyente en Dios. Hoy prefiero salir con amigos y no estar de novio”. ¡Dale play!
Paulo Londra quiso ser abogado.
Hoy, Paulo todavía vive con sus padres.
