Desde muy chica soñé con ser madre. Sabía que era una meta que quería alcanzar y no puedo creer que ese momento haya llegado”. Con esta frase tan profunda, tan personal, Luciana Salazar (37) describió su sentimiento más sincero. Las ganas de convertirse en madre al fin se hicieron realidad y ella celebra por haber alcanzado su gran anhelo, ese con el que soñó cada vez que apoyaba la cabeza en la almohada. A diferencia del común de las mujeres, Luciana eligió no exponer su cuerpo. Sin nada que se lo impida, o al menos que haya hecho público (dijo tener trombofilia, pero aun así hay cientos de casos, uno de ellos es el de Florencia Peña, que, con la enfermedad pero con los cuidados básicos, lograron llevar adelante la gestación), prefirió subrogar un vientre en los Estados Unidos. En fin, más allá de las cuestiones que la hayan llevado a no transitar por la vida con panza de embarazada, la modelo disfruta de su gran presente. Viajó a Estados Unidos, y siguió el paso a paso hasta que le informaron que había prendido y que sólo quedaba esperar a que llegara el momento. Finalmente, el 15 de diciembre, la pequeña llegó al mundo en Miami, con un peso de 4 kilos. Y midió 53 centímetros. Ya con la hermosa Matilda en sus brazos, va aprendiendo, de la mano de sus seres queridos, familiares y amigos, los gajes de ser mamá. “Al embarazo, más allá de no transitarlo, lo viví como tal. Me estresé mucho, pasé muchos nervios, me costaba dormir, no podía parar de pensar en ella, en cómo estaba… pasé días de mucha sensibilidad, como buena escorpiana. Pero más allá de todo lo que viví, sin dudas este es el mejor momento de mi vida y no hay nada que se asemeje a esto”.
¡Emocionante! “Tenerla en brazos y sentir el latido de su corazoncito junto al mío es algo único. Estoy tan feliz, agradecida y emocionada que no tengo palabras para describir lo que siente mi corazón en este momento”, dijo Luciana. Para conocer a la nueva integrante y acompañar a Lu en este momento tan especial, viajaron con ella sus padres. En casos así, antes de que la madre se lleve al bebé debe esperar un mes. En ese lapso se terminan ciertos trámites y el recién nacido cumple con los controles que le realizan a todo bebé. Ansiosa por que se cumpla ese lapso, cuenta los días. Le faltan dos semanas, un tiempo que le parece infinito, o que parece no terminar nunca. El reloj no avanza para ella y el almanaque no cambia de día. Por suerte está bien acompañada. Días atrás viajó su amiga y madrina de la pequeña, la abogada Ana Rosenfeld, y gracias a esa visita apareció la primera fotito de Matilda.
¡Ansiosa! Por estos días, mientras espera para regresar a Argentina, la rubia aprovecha para salir a pasear y conectar ya como madre e hija con su nena. Salazar tiene un departamento en el exclusivo barrio de Sunny Isles, y sale a recorrerlo con su beba en el cochecito. Pese a los pedidos para que la muestre, con la ansiedad de sus seguidores latente, la blonda sólo atina a mostrarla de costado. Apenas una muestra gratis. Más allá de este detalle y de idas y vueltas con quienes la quieren conocer, Luciana anuncia que ya llegará el momento para que todos la vean. En otro plano, ya pasando al día en el que le den el permiso para subirse a un avión, precavida como pocas, ya tiene todo listo. Luli y todo su equipo se encargaron de armar el cuarto al que llegará la beba. Todo decorado y finamente planificado. Nada librado al azar, fiel a su estilo y a su manera de manejarse.
Debutando como mamá
Evangelina sostiene en brazos a Matilda
