En la mañana del miércoles, la Asociación Argentina de Actores anunció la muerte de José Andrada, una de esas figuras que supo ganarse el respeto de sus colegas y el cariño del público a lo largo de décadas. Con un emotivo mensaje en redes, el sindicato lo despidió destacando su aporte invaluable a la cultura nacional.
Dueño de una extensa trayectoria, Andrada quedó grabado en la memoria de los argentinos gracias a Los Simuladores. Allí interpretó a Velasco y compartió una escena inolvidable con Martín Seefeld, que se convirtió en meme “¿No hay un piquito para mí?”. Esa escena bastó para consagrarlo por siempre.
Nacido en Buenos Aires el 20 de julio de 1938, Andrada delineó una carrera atravesada por talento y calidez, cualidades que lo convirtieron en un actor entrañable. Su recorrido comenzó en los años ‘70, en el circuito teatral independiente, donde brilló en obras como La batalla de José Luna y Lejos de aquí.
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El gran salto a la masividad llegó en televisión, terreno donde desplegó toda su versatilidad. Fue parte de tiras como Ricos y famosos, Campeones de la vida, Padre Coraje, Son amores, Costumbres argentinas, Soy gitano, Primicias, 22, el loco y Sos mi vida. Siempre secundario de lujo, siempre presente.

LA PARTICIPACIÓN DE JOSÉ ANDRADA EN EL CINE
En el cine también dejó una huella profunda. Participó en clásicos como La noche de los lápices, Los chicos de la guerra, Flores robadas en los jardines de Quilmes, Esperando la carroza, Pobre mariposa y Noches sin lunas ni soles, entre muchísimas otras.
Su trayectoria fue reconocida en 2010 con el Premio Podestá a la Trayectoria Honorable, entregado por la Asociación Argentina de Actores y el Senado de la Nación. Un homenaje más que merecido para un artista que supo transitar todos los géneros y dejó una marca imborrable en la cultura argentina.

