El debate está instalado hace rato. Desde luego que no es nuevo. La tecnología desembarcó en el mundo para resolver problemas, aunque también para generarlos. Está claro, es hermoso encontrar en Internet las respuestas que se buscan a tantas preguntas que a menudo nos hacemos. Equivocadamente o no, por lo general la fuente es considerada irrefutable, aun cuando se trata de temas que van de la mano de la subjetividad.
El objetivo es salir del paso y adquirir conocimientos, y en eso a Internet no hay con qué darle. La otra cara de la moneda es más agria. Menos fructífera y más controversial. Que una máquina esté en condiciones de reemplazar la mano de obra humana no es un síntoma de buenos augurios. Diversos sectores del mercado laboral han sufrido las consecuencias de esto y básicamente el trabajador y su familia. La disyuntiva lo plantea claramente: la tecnología te da, pero también te quita.
Para Malena Guinzburg (39), afortunadamente para ella, únicamente existe el aspecto positivo de este alud de información que se apoderó de las computadoras, tablets y celulares. La humorista, por lo menos hasta ahora, no ha tenido que lamentarse por un puesto de empleo perdido a manos de la tecnología. Por el contrario, con el diario del lunes y luego de revelar sus secretos para adelgazar y moldear su figura del modo que deseaba, podría decirse que en cualquier momento paga por adelantado mínimo los próximos dos años de wifi. No debería extrañar, ya que después de gastar mucho dinero en recetas recomendadas por los nutricionistas más marketineros de la ciudad de Buenos Aires y sufrir por la ausencia de resultados, Malena logró bajar 15 kilos ¡gracias a una dieta que encontró en Internet!
Lo contó la propia hija del recordado Jorge Guinzburg: "¿Qué hice? En marzo me pasaron un libro que se llamaLa dieta del metabolismo acelerado de Haylie Pomroy. Lo pueden googlear y bajarlo gratis. Simplemente, durante 28 días hice la dieta que decía ahí, sin lácteos, sin harinas, sin alcohol…Me cocinaba, me ocupaba y no me fui de la dieta ni un día. Apenas la terminé me tomé unoswhiskies para festejar y me emborraché bastante, ¡feliz! En sólo ese mes baje 5 kilos".
Claro que una vez que la balanza comenzó a sonreírle, Malena no se durmió en los laureles ni se quedó de brazos cruzados. La actriz tenía perfectamente claro que, como se dice popularmente, “lo más difícil es mantenerse”. Y apoyándose en la consigna de acompañar el régimen, optó por intensificar la actividad física, realizando ejercicios cotidianamente. “Después de esos 28 días volví a una vida más normal pero no como harinas. A veces, cuando tengo muchas ganas. Pero trato de que no. No me es tremendo. No me cuesta horrores. No soy una infeliz. Ando mucho en bici, hay días que me hago 40 km. Hago yoga, que es mi terapia para cuerpoy cabeza, ahora retomé tenis y empecé electrofitness. Ah, y ¡me como mis buenos chocolates!. Eso es un poco lo que hice… ", fue su explicación, siempre endulzándola con una sonrisa.
Para Malena, más allá de lo bien que “hizo los deberes” y que empezó a notar un cambio rápidamente, esto de andar queriendo sentirse más armoniosa con su cuerpo no fue fácil. Ni algo de ahora. “Yo era gorda, bizca e hija de un famoso. Me atacaban de todos lados. A los 12 años sufrí bullying”, recordó. Hoy la vida le hizo un guiño. Internet, en realidad, le hizo un guiño, reemplazando la mano de obra de varios nutricionistas.
Malena Ginzburg y su método para bajar de peso
Malena Ginzburg y su método para bajar de peso
