Decir Mar del Plata es imaginarse la playa, el puerto, los lobos marinos, las sierras, los espectáculos y todos sus clásicos atractivos. Pero si hay algo que viene primero a la memoria, es su increíble gastronomía.
Tanto turistas como residentes coinciden en destacar la excelencia de los platos y la variedad de opciones, que convierten a la ciudad en uno de los principales polos gastronómicos del país.
Para comenzar el día, el sabor de unas medialunas recién horneadas es siempre tentador. Quienes las prueban, además de elogiarlas, insisten en conocer el secreto de su textura y sabor.
¿Por qué son tan ricas? El hecho de estar elaboradas con materia prima de primera calidad colabora a la excelencia del producto, y si a eso le sumamos el talento de los pasteleros marplatenses y la gran calidad del agua de la ciudad, el resultado es sencillamente perfecto.
La variedad en cuanto a cafés, confiterías y casas de té con su diversidad de infusiones también colaboran a transformar un simple desayuno o merienda, en una experiencia gastronómica inigualable.
Al momento de almorzar o cenar, los tradicionales pescados y mariscos son siempre los más elegidos. Probar una porción de rabas, una sabrosa paella, un besugo o una cazuela de mariscos, son solo algunos de los imperdibles.
También se destacan las carnes y todas las opciones entre las que se pueden elegir: carnes asadas a las brasas, una parrillada completa, pollos de la región, cerdo o cordero costero. Cualquiera sea la elección, va a combinar a la perfección con una guarnición de verduras y hortalizas frescas cultivadas en el cordón frutihortícola de la ciudad, cuyo clima y condiciones de los suelos, hacen de Mar del Plata una zona muy apta para cultivar productos de excelente calidad.
Para los que quieren probar algo diferente, el menú puede incluir platos típicos de otro país: sushi, comida mexicana, árabe, peruana o comida china, entre muchas opciones más.
Sin importar cuál es el plato elegido, los vinos desarrollados en Chapadmalal son un excelente acompañamiento, ya que tienen una marcada influencia oceánica por el particular clima de la costa y las tierras pampeanas.
Como en Mar del Plata no hay horario para tentarse, cuando llaman las ganas de comer algo dulce, la respuesta son los clásicos: el alfajor marplatense o los churros, que se postulan como excelentes alternativas para disfrutar en la playa, en un parque, en la costa o mientras caminas por la ciudad.
Los alfajores no reducen sus opciones a los gustos tradicionales y ofrecen variados sabores que van desde fruta y nuez hasta coberturas de chocolate blanco, negro, amargo y sin TACC. Por el lado de los churros, pueden ser rellenos con dulce de leche, con pastelera, simples o bañados en chocolate.
Al momento del postre, todos se ponen de acuerdo rápidamente: gana el helado artesanal, que se ha transformado en otro clásico de la ciudad, como legado de la impronta italiana en la gastronomía marplatense. Cuando comienza a caer el sol, un recorrido por las diferentes cervecerías es un gran programa. En Mar del Plata se elaboran más de 80 variedades con maridajes para todos los gustos. La textura, el color y el aroma de cada cerveza la distinguen y le dan un sabor distinto y personal.
Algunos de los estilos clásicos son Kölsch, Porter, Barley Wine, Pilsen, Imperial Stout, Cream Stout, Honey, India Pale Ale (IPA), Scotch, Blonde, Golden Ale y Red Ale, pero además, muchas de las cervecerías, tienen una “canilla rotativa de autor” que va cambiando durante distintas épocas del año. De ese modo, crean diferentes recetas que realizan durante las cuatro estaciones y que son de edición limitada.
Conociendo todas las opciones que ofrecen los menús, surge otra difícil decisión: ¿A dónde vamos? Lo bueno es que las zonas gastronómicas son muchas y con ambientes y paisajes diversos. Los hay más relajados o más sofisticados, en zonas comerciales, en una cabaña en el bosque, con vista plena al mar o en los campos ondulados de las sierras.
También se destacan los corredores gastronómicos al aire libre, donde en decks a la calle y hermosas terrazas es posible disfrutar de las mejores delicias marplatenses. Esta modalidad que llegó para quedarse se transformó en un nuevo atractivo turístico que genera en las calles de Mar del Plata una nueva y colorida postal.
En el centro se ubican dos: uno de ellos está en la Diagonal Pueyrredon entre Rivadavia y Belgrano y es el único que se peatonaliza durante todo el día, mientras que el otro se encuentra más próximo a la zona de la costa y del Casino Central, en la calle Belgrano entre Santiago del Estero y Buenos Aires. Ambos poseen una amplísima variedad de propuestas gastronómicas.
Para quienes quieran recorrer otros sectores, las propuestas son: la calle Córdoba entre Avellaneda y Colón, donde las estrellas de la carta son las cervecerías; Alem entre Almafuerte y Rodríguez Peña, con opciones para todos los gustos, y las ya tradicionales Güemes y Olavarría entre Alberti y Roca con gran variedad de cervecerías artesanales cafés, restaurantes, bares y heladerías.
Otras novedades en la ciudad son los Food Trucks ubicados en el Parque Primavesi y el Parque Camet y los nuevos restaurantes y bares en la zona de Chapadmalal, que ofrecen diversas opciones gastronómicas en un entorno paradisíaco.
Y por supuesto, todas estas alternativas se suman al clásico de siempre: el Centro Comercial del Puerto, con los mejores platos de la cocina marinera y propuestas a la carta o tenedor libre, ahora también con sectores al aire libre. En cualquier momento del día y época del año, Mar del Plata es el lugar ideal para disfrutar el placer de la buena comida.
Para contar con más información sobre toda la gastronomía marplatense, podés ingresar en la página del Ente Municipal de Turismo: www.turismomardelplata.gob.ar
