La vida de Jimena Barón es una constante polémica. Desde sus mensajes feministas en un comienzo, su forma de mostrar el cuerpo en las redes sociales y su relación con Daniel Osvaldo durante la cuarentena siempre han dado de qué hablar.
Ahora el tema de atención es su aparición y desaparición en las redes sociales que transforman su vida casi en un reality show. Así lo analizó Marcelo Polino en una especie de columna que hizo en Instrusos, como parte del homenaje los 20 años del programa.
Sobre la cultura de los medios y las redes sociales, el periodista opinó: “Me parece que hay un negocio. Si Jimena cerró su Instagram, cocinó, hizo el flan… Esta chica debe estar en la casa pensando de qué va a vivir mientras hace el guiso hasta que vuelvan los recitales. Ella empezó a agarrar guita grande hace un año”.
El conductor de Polino Auténtico recordó su paso por el Bailando y cómo fue el trato con ella: “Fui compañero de ella cuando estaba en el Bailando y ella se bancó su primer show en el teatro Opera, al que no fue nadie, perdió toda la plata. En ese momento la agarró un subidón del dólar y perdió todo porque había alquilado equipos en dólares. En el momento que agarró la plata vino la cuarentena”.
Y habló de su real salto a la fama: “Ella empezó a despegar en el Bailando cuando estuvo con Mauro Caiazza. Ella presentó el tema La tonta en el Bailando. Antes de salir a escena se esguinzó el tobillo y salió esguinzada. Empezó a agarrar algo de plata, lo estaba haciendo muy bien porque agarró un marketing divino de la mujer… pero esta pandemia la frenó. Entonces, si no hace la aparición y desaparición en la casa del ex (Daniel Osvaldo), desaparece. Como el 70 por ciento de los actores excelentes que hacían tiras”.
Sobre los influencers y los artistas que viven ahora, en gran parte, por medio de canjes y publicidad a través de las redes sociales, opinó: “Si no tenés la viveza de encontrar el currito de salir a hacer el videito, desaparecés”.
