A los 91, se siente y luce muy bien. Conduce sus programas como si nada, Mirtha Legrand no se imagina no estando al frente de sus almuerzos y cenas. Además, está de aquí para allá. Asiste a las obras de teatro de sus amigos, se junta a almorzar y merendar con sus colegas y pasa mucho tiempo en familia. En síntesis, tiene una vida más que activa.
Mientras disfrutaba de su "mesaza", una de sus invitadas, Dalia Gutman, le preguntó si es verdad que su mamá y su papá le daban unas vitaminas para tomar cuando era chica. Quiso saber si ese "secreto de su infancia" era un mito o si realmente tuvo lugar en vida. "Vos contaste en alguna nota que te daban unas vitaminas cuando eras chica, pregunto porque yo quiero empezar a tomar”, quiso saber la humorista,
Sorprendida por el dato de su invitada, la conductora confesó: "Era una cosa que se llamaba la emulsión de Scott. ¡Era un horror! Era aceite de higado de bacalao. Horrible". Lejos de dejar el tema ahí, Mirtha contó por qué comenzaron a darle las vitaminas y reveló el origen de su apodo, la Chiqui: "Después me desarrollé y me volví una mujer, como lo que soy, pero era muy flaquita de chica. Yo pesaba un kilo y medio cuando nací. Mi hermana me había comido todo en la panza de mi mamá”.
Sorprendida por el relato de la Legrand, Dalia se mostró muy interesada por las vitaminas que le daban de chica a la señora y cerró: "¡Se lo voy a dar a mis hijos!".
¡Secreto develado!
Por Agustina Rinaldi
Mirtha tomó las vitaminas hasta que se desarrolló.
