A pesar de que la primera final de MasterChef Celebrity Argentina llegó a su fin y coronó a Claudia Villafañe como la indiscutida vencedora, algunos roces entre los participantes continúan saliendo a la luz, así como también se pueden apreciar las amistades que se forjaron durante los largos meses de grabación.
Para sorpresa de todos los fanáticos del reality, una vez que colgaron los delantales y las cámaras se apagaron, los famosos decidieron juntarse nuevamente y compartieron a través de sus redes sociales los momentos de la divertida noche que vivieron en el restaurant de pizzas de Donato De Santis, uno de los jurados del ciclo de Telefé.
Entre risas, reproches por quién presenta los mejores platos y aplausos y ovaciones para el chef italiano que actuó de anfitrión, La Tata, Vicky Xipolitakis, El Polaco, Belu Lucius, Roberto Moldavsky, Nacho Sureda, Analía Franchin, Boy Olmi y el Mono de Kapanga se sentaron en la extensa mesa a disfrutar de la velada.
De esta manera, quedaron fuera de la cena Leticia Siciliani, Sofía Pachano, Federico Bal, Rocío Marengo, el Turco García, Patricia Sosa e Iliana Calabró, quienes están en temporadas de teatro o lejos de la Ciudad de Buenos Aires.
Pero a pesar de que en Instagram se pudieron ver varios videos e imágenes publicados por los presentes en sus cuentas propias, una foto de Analía Franchín provocó el divertido enojo de Claudia, su contrincante en la gran final de la primera temporada.
“Lo lindo de un grupo, es cuando sigue siendo grupo. Gracias Donato, sos un gran anfitrión”, escribió la periodista junto a una foto grupal de los famosos en la mesa. Sin embargo, tuvo un pequeño desliz ya que etiquetó a todos los comensales pero se olvidó de nombrar a Villafañe, quien no le dejó pasar el error y se lo gritó a los cuatro vientos.
“Te olvidaste de mí, Analíaaaaa”, escribió la mamá de Dalma y Gianinna. Y luego de que los usuarios de la red acusaran a Franchín de estar “despechada” por haber perdido la final, la periodista se disculpó con un divertido comentario, dejando entrever que había tomado un par de tragos de más, como el aperol que tenía en su mano: “¡No, Tatita! Suerte que pude escribir jaja”.
