Después de años de intentarlo sin éxito, Marcelo Tinelli finalmente logró vender su lujosa chacra en José Ignacio, Uruguay, una de las propiedades más imponentes del jet set rioplatense. El precio estimado de la operación ronda los 11 millones de dólares, y la noticia llega en medio de un momento delicado para el conductor, que enfrenta serios problemas económicos y judiciales.
La finca, conocida como “Guanahani”, está ubicada en la exclusiva zona de La Boyita, a metros del mar. Cuenta con 5,2 hectáreas de terreno, una mansión de nueve suites, piscina climatizada, gimnasio privado, varias casas de huéspedes y una cancha de fútbol profesional con iluminación, donde incluso jugó Diego Maradona en sus visitas al lugar.
También posee senderos privados y acceso directo a una playa poco transitada, en la cual Marcelo acostumbraba a tomar mate con quien fuera su pareja de turno. Allí se pueden ver fotos de Paula Robles, Guillermina Valdes y hasta Millet Figueroa, su pareja hoy por hoy.
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Tinelli había comprado la chacra en los años 2000 al financista Willy López y la reconstruyó a nuevo junto a su entonces pareja, Paula Robles. Le puso el nombre “Guanahani” en referencia a la isla donde desembarcó Cristóbal Colón. A lo largo de los años, la propiedad fue testigo de veranos top, fiestas privadas y reuniones de famosos. Pero en este 2025, pasó a manos de un empresario extranjero.
EN MEDIO DE EMBARGOS, JUICIOS Y SUELDOS IMPAGOS
La venta no fue inocente ni casual. La operación se concretó mientras Tinelli enfrenta una ola de denuncias laborales en la Argentina. Su productora LaFlia fue señalada por el gremio SATSAID por tener empleados sin cobertura médica y con sueldos adeudados. A eso se le suman embargos judiciales, demandas y escraches públicos.
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La actriz Luisa Albinoni lo denunció públicamente por falta de pago, mientras que Florencia Peña anunció que iniciará acciones legales por deudas que afectan también a su hijo. En paralelo, Tinelli emitió un comunicado negando que la empresa esté cerrada y asegurando que están cumpliendo con sus obligaciones. Pero las causas avanzan.
Aunque no hubo confirmación oficial, en los pasillos del medio muchos especulan con que la venta de la chacra fue una forma de levantar dinero rápido para afrontar compromisos económicos. Tinelli no se refirió públicamente al destino de esos fondos, pero los tiempos coinciden.
Con la venta de “Guanahani”, Marcelo pierde una de sus propiedades más emblemáticas y queridas. Sin embargo, en este contexto, parece haber sido un sacrificio necesario. Mientras tanto, el futuro de su carrera y de su productora continúa envuelto en incertidumbre.
“Esa casa era su lugar en el mundo. Que la haya vendido ahora, dice mucho”, deslizó una fuente cercana al entorno del conductor.
LAS MEJORES FOTOS DE LA CASA DE TINELLI EN URUGUAY
