Todavía se recuerda en la atmósfera de la sociedad aquel éxito de Atorrantes, un ciclo que marcó una época a fines de los noventa. Ahí la rompía al frente del programa Pato Galván, que después continuó mucho tiempo ligado a diferentes formatos, siempre con la buena onda y el carisma como aliados.
En los últimos años cedió terreno en el tapete de los medios, al unísono que padeció un aumento considerable de peso -llegó hasta los 144 kilos-. Pero eso quedó atrás, experimentó un cambio radical y en siete meses perdió 55 kilos. Hoy luce impecable, muy rejuvenecido.
"ME LA HICE FÁCIL, ME PUSE INCENTIVOS Y METAS CORTAS"
Dentro de ese vuelco en su vida, el conductor también le pondera mucha influencia a una búsqueda en lo espiritual. “Me puse a estudiar y a aprender sobre el tema. Entendí que soy un espíritu que tiene un cuerpo y no al revés. Primero, empecé a estudiar las religiones tradicionales, luego el budismo, hinduismo, judaísmo. Lo importante es entender que Dios está dentro de uno", así lo detalló en su visita al piso de Cortá por Lozano, de Telefé.
Con la especial capacidad de Vero de generar climas y conseguir que los invitados abran las puertas a la sinceridad, Galván compartió su triunfo en cuanto al estado físico. "Hace un par de años pesaba 144 kilos, no sé como llegue a eso. En siete meses bajé 55 kilos. Tuvo que ver con el sedentarismo, una época de no moverme mucho", se confesó el también actor.
A la hora de exteriorizar los secretos de esa transformación, Pato soltó: “Me la hice fácil, me puse incentivos y metas cortas. Me lo tomé como un juego. Es ordenarte, buscarle la vuelta. Lo pensé más como limpiarme, que como dejar de comer”.
En el 2019 participó en obras teatral en el Maipo y también en Microteatro, algo que mantendrá entre sus prioridades para este año. Sin embargo, Pato Galván sorprendió al aseverar que le gustaría cantar tangos.
