Como pasa todos los sábados, Gran Hermano hace la última cena para los participantes que están en placas de nominados. Las que se encontraban en ese lugar en la primera semana de marzo eran Julieta, Tora y Camila, quienes lloraron desconsoladas ante la posibilidad de abandonar la casa más famosa del país.
La que planteó el problema fue la actriz: "Y hoy se va una de nosotras. ¡Que sean otras personas, por favor! Yo estoy re ansiosa. ¿Les digo lo que siento? Siento que cuando nos damos aliento, nos decimos palabras lindas, todo eso… Digo 'si, está bien pero no quiero que se termine'".
"No me pongas ansiosa, por favor. Me agarra desesperación, en serio. De los 6 que estamos acá, nadie quiere irse", la frenó Lattanzio. "Me siento súper afortunda y súper feliz pero a esta altura ya no me quiero ir. Si dicen mi nombre voy a decir ‘no’. Esta es mi casa, hace mucho que vivo acá y no me voy, no salgo. Me da pánico salir por esa puerta”, sumó Disney.
Y agregó: “Es raro dejar esta casa, mi cama, el parque, la cocina y a ustedes. Hace mucho que estoy acá adentro y siento que vivo acá. Les digo lo que siento, chicas. Yo estoy re ansiosa. Dejar la casa, bol… ¿sabés lo que es? No salgo de acá adentro hace mucho tiempo. Ya sé que mis días son acá entonces me da pánico cruzar esa puerta".
En ese momento la oriunda de Ituzaingó enumeró qué es lo que más extrañaría del programa: "¡No hagan esto! Me hacen deprimir. Basta, por favor. Es feo que se termine la convivencia, la comida entre nosotros, el sauna, la pileta. Pero no nos pongamos a llorar. Nadie se quiere ir. Pase lo que pase, tenemos que estar bien".
Sin mucho para decir, pero intentando consolar a sus compañeras, la novia de Nacho sentenció: "Eso no porque el afuera es lindo. No es tristeza, mi llanto es expresando un deseo de que la gente me apoye para llegar a la final. Mi sueño desde chica siempre fue entrar a Gran Hermano".
