En medio del torbellino mediático que protagoniza junto a Benjamín Vicuña, la China Suárez suma capítulos a una historia que parece no dar tregua. Esta vez, el foco está en sus hijos Magnolia y Amancio, fruto de su relación con el actor chileno, luego de que él decidiera revocar el permiso para que los menores salieran del país rumbo a Turquía.
La actriz quería instalarse en Estambul junto a su actual pareja, pero los planes cambiaron de forma abrupta. En un mensaje que le envió al periodista Gustavo Méndez y que fue leído al aire en Mujeres Argentinas, la China aclaró cómo piensa avanzar: “Voy a organizar todo este quilombo y vuelvo a buscar a mis hijos”, aseguró.
El conflicto escaló rápidamente luego de que Suárez acusara públicamente a Vicuña de haber sido infiel, de tener adicciones y de no ser un buen padre. Consultada por Méndez sobre esas publicaciones, la actriz respondió sin vueltas: “Me guardé tantas cosas, fui leal con Benjamín y que ahora me quiera ca..., me da por las pelotas”.
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La frase, que no tardó en viralizarse, dejó en evidencia su hartazgo y la tensión que atraviesa su vínculo con el padre de dos de sus hijos. Desde el entorno de la China aseguran que su viaje a Turquía no es solo personal, sino también profesional.
En ese mismo intercambio, Eugenia le explicó a Méndez: “Me voy unos días, tengo una reunión de trabajo”, y detalló que recibió múltiples propuestas para instalarse laboralmente en el exterior: “Recuerden que le ofrecieron películas, eventos, desfiles, marcas y una serie allá, tiene varias ofertas”, agregó el periodista.
Mientras tanto, Rufina, la hija mayor de la China y Nicolás Cabré, quedó en Argentina al cuidado de su padre. La decisión se tomó con la intención de que la niña pueda terminar el año escolar, y luego ver cómo reorganizan su rutina en función del contrato de Icardi, que se extiende hasta 2026.
Antes de volar a Estambul, la China fue interceptada en el aeropuerto de Ezeiza por la prensa y se mostró esquiva, incómoda, evitando el contacto visual. Sin embargo, una consulta desde el fondo logró romper el silencio: “China, ¿te sorprende el cariño de la gente?”, le gritaron. A lo que ella respondió, sin esconder el fastidio: “Sí, me encanta”.


