Explotó una bomba y desperdigó esquirlas por doquier. Jey Mammón transita por un campo espinoso, a raíz de la denuncia mediática que extendió Lucas Benvenuto, con la que aseguró que el comediante llevó a cabo abusos contra su persona, cuando era un adolescente.
El caso adquirió enorme repercusión y como secuela para el cómico le originó la pérdida de su trabajo como conductor de La peña de morfi. En todo este contexto de incógnitas, ese mar de dudas que pesa sobre su humanidad, se acaba de filtrar una táctica de defensa peculiar.
La idea que baraja Jey y sus abogados para tratar de esclarecer su implicancia se conoció de la mano de Mauricio D’Alessandro, quien contó en Intrusos: “Alguien cercano al equipo de letrados me dijo que planeaban algo que iba a ser una bomba: un polígrafo. La prueba del polígrafo".
Una medida sorpresiva, que nadie avizoraba. Y en la continuidad de la información novedosa, Mauricio agregó: "Ya lo averiguó el equipo. Hay cuatro polígrafos en el ministerio de Seguridad. Comprados en el 2018 y supervisados por el FBI".
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En cuanto al funcionamiento del dispositivo, D’Alessandro explicó: "Te enchufan y te hacen preguntas y serviría para saber quién miente y quién dice la verdad". En relación a un posible careo entre Jey y Lucas Benvenuto para tratar de arribar a la objetividad de los hechos.
Incluso, el famoso abogado añadió que Mammón, y su equipo de letrados, pensaron en otra alternativa: "También consultaron la posibilidad de una hipnosis. Aunque hipnotizado nunca vas a decir cosas que no quieras decir. La parte verbal siempre se puede manejar aún hipnotizado. Lo gestual no se puede controlar".
