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Sabrina Garciarena contó cómo es su día a día tras estar siete años amamantando ininterrumpidamente

En un repo, la actriz que se luce en la obra Madres dio detalles inéditos de su vida con tres hijos.

Publicado por
Redacción Paparazzi

Sabrina Garciarena tuvo una charla íntima con Lucía Ugarte, en el programa Chicas Guapas, que se puede ver los domingos por América. Allí, la actriz no dejó tema por tocar de la maternidad, mientras ya estreno la obra Madres, en el teatro Picadero. Y, obvio, no le escapó a la polémica sobre el baile del caño de Pampita, a 10 días de haber nacido la bella Ana.

"Puedo ir a filmar algo post parto, pero no podría subirme a un caño como hizo ella. En mi chat de amigas personales se habló del tema Pampita, estábamos las que decíamos: ¡Wow que bueno’. Yo la aplaudo. Yo a las dos semanas de tener un hijo no puedo ni moverme de la cama. Y las que decía que autoexigente y estaban las que decían que no dio un buen mensaje porque generalmente no sabes si tuvo el alta medico. Si ella lo hizo es porque sintió que podía hacerlo, ella se sale de lo común", argumentó.

"A ella la maternidad le pega natural y si su médico le da el ok. Ella va con su baba para todos lados. Con Beltrán al mes fui a grabar una escena para Telefe, como favor porque eran dos días, pero yo no me siento con tanta energía. Yo, con respecto al post parto, engordo mucho”, siguió.

Con los tres engordé un montón, con los tres tuve cesárea, por ende la recuperación es completamente diferente. No podría haber hecho nunca eso que hizo Pampita. Hormonalmente soy muy sensible, lloro. El tiempo se pasa rápido: León tiene 7 y está en segundo.... Trato de disfrutar todo lo que puedo, los últimos diez años pasaron como un suspiro”, explicó Sabrina Garciarena.

“Nunca deje de dar la teta desde que nació León, que tiene siete años, les di hasta casi los tres años a cada uno. La maternidad me pegó así, siempre fui aventurera, iba de viaje por todos lados, pero desde que soy mamá tengo un apego... no soy la misma de antes, soy muy de tenerlos conmigo y así es como percibo la maternidad. Yo soy una, como madre soy otra. Ojo, antes de la pandemia me fui a España a trabajar y me encantó pero como mamá me pasa que necesito cuidarlos”, reveló.

Dar la teta es lo mas normal del mundo. Pero yo trato de escuchar y ponerme en el lugar del otro, cada uno que opina lo hace desde su mirada y uno se puede equivocar, cuando me preguntaron si quería que los chicos volvieran a la escuela dije que sí y me criticaron. Trato de entender a la mamá que se enoja conmigo, digo lo que pienso y a veces me puedo equivocar pero trato de empatizar, me tomo bien las críticas”, aseguró.

“Me pongo en los zapatos de cada uno y me llama la atención la mujer que sale a insultar, tenes mil mensajes divinos y diez malos, me sorprende la violencia que hay y de la manera que se critica tal vez que nunca sonrío, pero nadie plantea que estoy cansada y que hace años que no duermo”, sumó.

¿Cómo fue ser mamá en pandemia de Mía? Todo una experiencia. Me puse en el rol de maestra y trataba de que salgan al jardín, que hagan deporte, fue encontrarte con la emocionalidad de los chicos que no están acostumbrados a estar tanto tiempo en casa. Me dediqué ciento por ciento a ellos, dije: ‘Bueno, estoy sin laburo, esto lo tengo que capitalizar’. Pero por momentos desbordas, no es siempre fácil”, se sinceró la esposa de Germán Paoloski.

“Yo cumplí con la cuarentena como todo el mundo, mis papás no la conocieron hasta los seis meses. Fue emocionante el encuentro, pero muy loco que mi mamá no me acompañara en la clínica. Yo tengo la suerte de tenerla y la necesito, me encontré yo sola con la beba, Germán tenía que trabajar y además cuidando a mis hijos más grandes, que entre el nacimiento y sin colegio, estaban ansiosos”, contó.

“Para sus papás era mas difícil porque estaban los dos solos en la casa, queriendo ver, estar con gente, funcionaron las redes sociales, conectarse, hablaron con los nietos. Es difícil saber que si salís te exponés, no querés que se enfermen pero tampoco que se depriman. Por ejemplo cuando llevamos a Mía a un control, pasamos con el auto por lo de mis suegros y la saludaron a distancia. Este año nos veos pero muy espaciado y cuidándonos, ellos están vacunados y nosotros también, no hacemos vida social pero si alguien del canal da positivo, esa semana no vemos a la familia”, dijo.

“Aunque no saliéramos nos organizábamos, nos levantábamos temprano. León no faltó a ninguna clase y aparecieron los aparatos electrónicos más que en otros momentos, que no suelo permitir tanto. En el medio hubo que contener: Beltrán no se enganchó tan fácil con el jardín virtual y se tuvo que adaptar a muchas cosas. Además de no ir al colegio, dejar el pañal. Recién hace dos semanas volvieron de manera presencial bien con todo y esperando que se tome como esencial la educación, fue un año sin clases presenciales que se podría haber evitado”, polemizó.