Las redes sociales volvieron a estallar luego de que Carito Müller, influencer con miles de seguidores en TikTok, compartiera un video junto a su pareja en el que, con humor y algo de ironía, hacen alusión a una supuesta crisis amorosa. ¿Broma o realidad? La duda quedó flotando como también aquel rumor de infidelidad.
El clip, que fue subido a TikTok y rápidamente replicado en Twitter, muestra a Carito bailando con su novio una coreografía divertida y sincronizada. Sin embargo, lo que realmente llamó la atención fue la frase superpuesta en pantalla: “¿Bailar o contar por qué nos separamos a cuatro meses de casarnos?”.
El mensaje, acompañado por emojis de risa, fue suficiente para desatar una ola de especulaciones en redes sociales. El posteo acumuló rápidamente miles de reproducciones y comentarios que iban desde la sorpresa hasta la incredulidad: “¿Están separados o solo juegan con nuestros sentimientos?”, escribió una seguidora.
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Carito, conocida por su contenido de lifestyle, humor y momentos en pareja, había compartido hace solo unos meses imágenes de su compromiso y planes de boda, lo que generó aún más impacto en su comunidad digital. La relación, que parecía perfecta a los ojos de sus seguidores, ahora es puesta en duda por esta publicación ambigua.
A pesar de la polémica, el video no tiene un tono triste ni mucho menos. Ambos se ven relajados, sonrientes y en perfecta sincronía, lo que podría indicar que se trata simplemente de una ironía, una forma de jugar con los rumores o incluso una estrategia para captar atención.
En un contexto donde los límites entre realidad y ficción en redes son cada vez más difusos, este tipo de publicaciones generan engagement, pero también confusión. Hasta el momento, ni Carito ni su pareja aclararon si están separados realmente o si todo se trató de una humorada.
Lo que sí es cierto es que el video logró su cometido: volverse viral y dejar a todo el mundo hablando de ellos. Si fue solo una broma, probablemente lo sabremos en las próximas publicaciones de la influencer. Mientras tanto, sus seguidores —y los románticos digitales— cruzan los dedos para que el amor siga en pie.
