Wanda Nara tenía previsto venir al país pero no estaba cerrada la fecha de su arribo. Una de las grandes opciones que evaluaba la mediática con su familia era hacerlo para compartir juntos Semana Santa y la Fiesta de Pascua. Defensora de disfrutar de esas fechas especiales junto a los suyos, la empresaria pensó en respetar esa tradición.
Pero los planes se adelantaron y en las primeras horas del día Wanda pisó tierra Argentina. Al Aeropuerto Internacional de Ezeiza llegó acompañada por dos de sus cinco hijos: Isabella y Francesca. De camino al encuentro con Nora Colosimo, su madre, se llevó una gran sorpresa.
A la empresaria futbolera y de productos de cosmética la agarró un piquete en plena Autopista Riccheri y eso demoró más de lo previsto el ansiado abrazo con su madre y de las nietas con su abuela. Pero nada impidió que Wanda siguiera firme a la meta de su viaje.
Ansiosa por el reencuentro con Zaira, que pasa días turbulentos en su crisis de pareja con Jakob Von Plessen, Nara consideró que era tiempo de "estar codo a codo" con su su hermana y amiga por elección, con quien venían hablando por teléfono veinte veces por día.
Pero claro, nada se compara con la contención que se puede recibir cara a cara y ese fue uno de los grandes motivos por los que Wanda dejó a sus tres varones en París -¿custodiando los movimientos de Mauro Icardi?- y adelantó, por unos días, su visita.
"Nos cuesta mucho compatibilizar su laburo con el mío. Yo pongo bastante un stop porque mis hijos son chiquitos y, claramente, siempre necesitan más de la mamá. Pasan cosas como en todas las parejas. No te voy a decir que estamos atravesando nuestro mejor momento. Hay un tiempo para cada cosa (dijo en referencia a un posible anuncio)", confió Zaira, días atrás, sobre su matrimonio.
