Una calma que antecedía al huracán. Así se vivía el martes en el encierro de la casa de Gran Hermano, hasta que un grito desaforado,proveniente desde el exterior, estremeció todo entre los participantes. Una frase poco inteligible, que refería al Conejo y Romina.
Las cámaras se posaban en un momento de relax de un grupo grande de concursantes en los sillones del jardín, cuando se escuchó a lo lejos una exclamación. Todos se exaltaron para tratar de comprender el contenido de esa intervención sonora del afuera.
En una primera instancia se logró percibir que el alarido refería a: “Romina te amo. El Conejo te quiere votar”. Aunque la producción elevó el volumen de la música en el patio y eso dificultó la posibilidad de descifrar el mensaje de una fanática.
Acto seguido, Daniela se juntó con Maxi y Julieta y aseguró que ella entendió otra cosa, dado que narró: “El Conejo te quiere dar. Te juro, yo lo escuché”. Frente a esa intervención de la oriunda de Moreno, el cordobés jugó una broma para desviar la atención y sostuvo: “Miralo vos al Cone, no pasaron ni tres días”.
Y a los minutos se volvió a invadir una voz que especificó: “Romina, el Conejo es un traidor”. Eso cambió todo, porque los concursantes prendieron las alarmas, se posicionaron en una postura de desconfianza generalizada, como en una película que se intenta resolver un crimen acaecido en una mansión.
Al rato, Conejo y Maxi hablaron en profundidad, por la amistad que los une, y el ex de Coti se quejó: “La voy a votar las veces que tenga ganas. Me da bronca que haya ganado tanto terreno en el juego. Además mirá si no la voy a poder votar, como si estuviera jugando con ella. Mirá si se cree que porque plancha, cocina, no se puede nominar”.
