Sentada en la mesa de La noche de Mirtha Legrand, Verónica Ojeda rompió el silencio y contó con crudeza el drama que atraviesa su hijo Dieguito Fernando, de tan solo 12 años, en el marco del juicio por la muerte de su papá, Diego Armando Maradona.
“Yo represento a mi hijo menor, así que tengo que declarar. Y es comenzar todo de cero. Estuve cinco horas declarando… fue muy duro, muy duro”, confesó con firmeza. La ex pareja del Diez expresó que el proceso judicial está lejos de terminar.
“Ahora aún más va a ser… porque van a ser nuevos jueces, más todo lo que sucedió y lo que escucho, tanto de los médicos que trataron a Diego como de toda la gente de su entorno que estaba en ese momento. Las barbaridades que decían de Diego, de mi persona, de las chicas…”, enumeró con visible tristeza.
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Y agregó: “Imaginate lo que van a ser las declaraciones de todos… la verdad es muy triste todo”. Uno de los momentos más sensibles fue cuando habló de cómo este proceso afecta directamente a su hijo. “Mi hijo tiene 12 años y ve todo. No puedo decirle más Dieguito, porque se enoja y me está mirando ahora", explico.
"Pero Diego ve todo, y la verdad no sé cómo manejarme”, contó Verónica, revelando que cuentan con acompañamiento psicológico constante. “Tengo a una psicóloga que nos apoya un montón. Me guía en cada situación, en cada momento que pasa Dieguito con su papá, en este caso del juicio.
Me dice: ‘Mirá Vero, vos le tenés que contar absolutamente todo lo que está pasando, con la verdad’. Porque él agarra su tablet y busca en YouTube… y ve todo. Es imposible manejarlo”. Con impotencia y dolor, admitió que le gustaría protegerlo del mundo: “Me encantaría ponerlo en una burbuja, pero es imposible”.
Además, Ojeda dio detalles inéditos de los últimos tiempos de Maradona, cuando aún vivía en La Plata. “Me decía: ‘Verónica, por favor, andá a buscar de Dubái todas las cosas que están en una baulera’. Tenía todo en un contenedor en la zona de Beccar. Después nos enteramos de todo eso”.
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También recordó una confusión clave que dejó en evidencia las irregularidades del entorno del exfutbolista: “Me decía: ‘Hablá con el contador’. Y yo le decía: ‘¿Pero es contadora? Es Andrea Trimarchi, la que hablaba conmigo’. Y resulta que ella era la abogada de Matías Morla. ¡Es verdad lo que decía Diego! Había un contador, no era ella”.
Sobre el final, recordó cómo volvió a tener contacto con Diego, gracias a una masajista que la llamó: “Me dijo: ‘Sos la única que puede sacarlo de ese lugar’. Y yo le dije: ‘Si es el teléfono de Diego, lo voy a llamar. Y si me contesta, te voy a creer todo’. Y así fue. Me contestó. Desde ahí comenzó a tener un acercamiento y una relación con Dieguito”.
